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Ayer y hoy de los escritores y personas de la ciencia.
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Yosco



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MensajePublicado: Mar Jul 03, 2007 11:50 am    Título del mensaje: Responder citando

Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. ( I )
Eduardo Ãlvarez

En la página 2 encontramos la Introducción titulada Dos palabras al lector y firmada por Eduardo Ãlvarez, La Pola de Gordón a 3 de Noviembre de 1.906.

Nada más empezar, Eduardo nos descubre su intención y el objetivo de la obra que es, en sus propias palabras, escribir y presentar con vivos colores la historia de un desheredado.

Existen, naturalmente, unas motivaciones en las que encontramos el porqué de la escritura de las Aventuras de Gameu; motivaciones de carácter personal que explica diciendo que esta obra es hija de un carácter especial y un particular modo de ser, para agregar en tono humilde que ello no significa ni orgullo ni que quiera darse el nombre de escritor, para, a renglón seguido, fundamentar la motivación profunda en una pesadilla que invade mi ánimo y añadiendo que no puedo menos que darla a publicidad para tranquilidad de mi espíritu y terminar con la confesión de una intención didáctica y moralista al afirmar que desea que sirva de norma para algunos y de desengaños para otros...

Parece que nos quiere dar a entender que la obra tiene algo de autobiográfica, por lo que nos va a referir sus propias aventuras, las experiencias, correrías, atropellos, reflexiones y avatares de un personaje, Gameu, que saliendo de su aldea o pueblo, recorrerá medio mundo practicando una especie de picaresca (género en el que muy bien podríamos encuadrar la obra) que le hará correr suertes desiguales y de las que sacará algunas enseñanzas provechosas que le ayudarán a rehacer su vida.

Desconozco, naturalmente, la biografía de Eduardo Ãlvarez con sus idas y venidas. Sabemos que terminó en La Pola en compañía de su mujer, Josefa, viviendo de manera discreta y apartada en su casa de la cuesta. Entre su nacimiento y el final de su vida en La Pola, nada. Bueno, nada no, porque tenemos -entre otras- esta novela de Gameu por mar y tierra.

Lo dejaré en la Introducción, por hoy. ¿No sería interesante saber algo de la vida de nuestro escritor? Yo os puedo contar y os contaré lo que encontré en su obra; tal vez otros puedan aportar algún dato que nos hable del escritor y descubramos lo que de autobiográfico encierran sus escritos y lo que no.

Saludos.





Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. ( II )
Eduardo Ãlvarez


La novela comienza con una descripción de la pequeña aldea de donde se considera oriundo el protagonista; describe el caserío de La Ben como formado por chozas o viviendas de un solo piso, dividido en establo y tenada, una especie de altillo destinado a pajar. Se tratan de viviendas constituidas por una sola habitación que hace de dormitorio y cocina de fuego bajo donde se colocaría el llar y la trébede para poner los pucheros al fuego. Se supone que el humo saldría por entre la cubierta de la vivienda, tal vez a través de alguna pequeña abertura practicada a modo de ventanuco para tal fin.

En la viva descripción del lugar se encuentran elementos de toda clase; destaca la nieve que cubre estas aldeas en los largos inviernos, llegando hasta las mismas techumbres de las chozas. Entre la fauna citada aprecen los corzos, los rebecos (animal emblemático de la montaña leonesa, que es una especie de cabra salvaje de cuernos cortos), los jabalíes, liebres, perdices pardas y rubias, los lobos, zorros y osos, sobre los que explica cómo han ido desapareciendo por el efecto y acción de la caza.

De entre la vegetación destaca la abundancia de acebos, cuyos frutos resultan de gran importancia para la subsistencia de muchos animales en invierno.

La forma de alimentación y las costumbres se cuentan con mucho detalle. Sobre el tipo de alimentación se explica lo que es el pote, una manera de guisar la comida, que, generalmente, se compone de patatas y legumbres a las que añaden alguna carne salada. Esta última -sigue diciendo Eduardo en su novela- no todos pueden permitirse el lujo de gastarla diariamente, puesto que la carne y la leche son los principales elementos de su manutención.

Las costumbres son todas las acciones llevadas a cabo para mantener la vida social, las relaciones entre los vecinos y con las personas forasteras. Así, encontramos cómo estos habitantes de la montaña ofrecen leche a los cazadores visitantes y un lugar donde comer y dormir, generalmente en la tenada. No aceptar este ofrecimiento era tomado como un desaire. Entre las costumbres de bienvenida figuraba la de organizar bailes: Cuando algún viajero u otros pastores pasan con dirección a Asturias -pues este es el camino- se reunen todos los vaqueros y les obsequian del mejor modo posible; si es o son jóvenes, hacen un baile en su honor, escogiendo para ello el local más apropiado.

En los bailes las mujeres tocan el pandero o especie de bombo cuadrado con unas cuerdas en el interior para producir las vibraciones, y con cuyo instrumento se acompañan el canto tañéndolo con ambas manos.

Son las mujeres las que tocan y cantan, además de tomar parte en la danza, organizándose en dos filas para el baile formadas por hombres y mujeres. Los hombres llevan el ritmo con una especie de castañuelas de un tamaño descomunal que producen un ruido ensordecedor.

Eduardo Ãlvarez nos comenta que estos bailes le parecen completamente inocentes. Pero, además de la inocencia, explica que le resultan monótos hasta tal punto que, vistos a cierta distancia, más bien que parejas danzando, parecen un piquete de soldados haciendo la instrucción en un campo.

Más allá de la pesadez que, en apariencia, pueda tener este baile, me llaman la atención los instrumentos utilizados -pandero y grandes castañuelas- por un lado, y por el otro, la disposición para el baile y los movimientos que imagino graves y acompasados. ¿Se podrían encontrar todavía estos instrumentos en Gordón?¿Algún grupo de bailes tradicionales podría rescatar esta danza?

Lo dejaremos en este punto de las costumbres y en estos interrogantes, antes de seguir adelante con el contenido de esta novela.

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Yosco



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MensajePublicado: Mar Jul 17, 2007 1:06 pm    Título del mensaje: Responder citando

Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. (III) Eduardo Ãlvarez

Aportación de José Barrio(PepeB) sobre Eduardo Ãlvarez, Gameu:
Cuando éramos pequeños y se había retardado la visita a la barbería -que para el servicio que nos prestaba a los que todavía no habíamos alcanzado el status de "barba" debió llamarse "peluquería"- la madre u otro familiar nos lo recordaba con una frase como ésta :"pareces a Gameu". Creo, si no se engañan las imágenes, haber conocido personalmente a Gameu. No se hacía ver mucho y de casualidad se lo podía cruzar en La Cuesta. Tampoco conozco el milagro que lo hacía sobrevivir, aunque flaco con la edad de Don Quijote, ajeno al mundo cercano que lo rodeaba e ignorado por él salvo para advertir que era el único que no se cortaba el pelo. Invariablemente envuelto en un abrigo -me parece que hasta en el verano- de esa manera evitaría yo, poniéndome en su lugar, que se me notaran los huesos; y acompañando los pasos con una cacha, a la usanza de la época. No me animaría a decir que en alguna oportunidad, no hubiera sido objeto de burlas por los guajes en la calle, las personas extravagantes con pocas defensas eran una tentación cuando se buscaba algún motivo para divertirse. Siempre y en todos los lugares ha sido así, es el precio que se paga por apartarse de lo que hoy ha dado en llamarse "políticamente correcto".

En el foro anterior PepeB nos había hecho esta descripción de sus recuerdos del Gameu. Es fácil imaginarse a este hombre en la Pola de los años 40 y 50. Los rasgos descritos coinciden con los que he leído en algún otro sitio y la vaga memoria que creo tener del escritor. La anécdota de la peluquería, que en mis tiempos regentaba Atilano en los locales que ahora creo que ocupa el estanco, no tiene desperdicio.

Filandones o filanderos en Gordón, la manteca y los gamones.

Pero adelantando algo más en la novela y su contenido, podemos comentar cómo la costumbre de los filandones estaba totalmente arraigada en aquella época, cuando nos describe literalmente: En tiempo de invierno, cuando las noches son largas, organizan sus veladas una noche en cada casa, con el fin de no ser tan gravoso a uno sólo, pues estas pobres gentes viven con mucha economía, sin que relativamente nada falte.

En estas veladas sin fiesta o baile, las mujeres se dedicaban a hilar y tejer medias con las lanas del mismo país.

Los hombres se ocupaban en fabricar castañuelas, cucharas de madera y varios útiles, como son los rastrillos -llamados rastros en el país- y horcas, todos ellos de madera,además de coser colchas de cueros de oveja y también hacer un calzado llamado abarcas, de cuero de vaca sin curtir.

Hay que decir que estos vaqueros, tanto los hombres como las mujeres, son los que fabricaban la exquisita manteca conocida con el nombre de Manteca del Rincón de Luna.

La descripción de la elaboración de esta manteca es minuciosa: en el odre ponen la nata, que ha estado ya natando en la friera, que es un recinto construido a la intemperie sobre un manantial de agua muy fría y cubierto con una gran losa de piedra. Continúa diciendo textualmente que de esta manera:...sacan la tan renombrada manteca del Rincón de Luna, que así llaman a esta parte del territorio de la provincia de León.

Con estos datos creo que parece quedar bastante claro cual es la comarca en la que sitúa la acción de la novela.

Para pasar estas jornadas de filandones -que en Gordón se conocen como filanderos- en la oscuridad de la noche de los inviernos, hay que pensar en el tipo de alumbrado que usaban. Nos encontramos con que aquellas gentes solían utilizar una planta llamada gamón. Este nombre, que el DRAE da como de origen incierto, es probablemente de raíz celta o astur, pudiéndose encontrar actualmente en lugares como la comarca de Riaño, Villacorta, en el habla charruna, en Rebollar y en Salamanca. Ni que decir tiene que su uso en Luna queda más que documentado en la novela de Eduardo Ãlvarez y faltaría saber de su existenica en Gordón.

Pues bien, esta planta cría una varita o especie de junco con varias flores en la copa, y al caerse éstas, -continúa escribiendo Eduardo Ãlvarez- queda la semilla del tamaño de una avellana y de la que no se hace uso alguno; no sucede así con la hoja, que, según parece, se aprovechaba para alimentar al ganado de cerda o como pasto para el ganado cuando se secaba.

Lo que se empleaba para alumbrar eran las varitas, que les llamaban gamillas, palabra que no aparece en el DRAE. Estas gamillas se recolectaban en Octubre y Noviembre, se ponían en unos agujeros de la pared, hincadas perpendicularmente, y se prendían, consiguiendo iluminar la estancia.

También era de uso común la aceitera o candileja, que se alimentaba con manteca de vaca o sebo por resultar más barato y se usaba un trozo de trapo como mecha.

Pues de esta manera, tal y como se puede leer en la novela, podemos recrear el modo de vida de aquellos montañeses. Vida difícil, apegada a la tierra y a unos usos que hoy nos parecen tan lejanos.
**
Gamones
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Yosco



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MensajePublicado: Sab Sep 01, 2007 5:51 pm    Título del mensaje: Responder citando

JOSEFINA DÃAZ DEL CUADRO.

Hace unas fechas se presentó el primer libro de esta autora de Ciñera, ilustrado por Alejandro Cartujo. Según informa Juan en las páginas de La Zorrera, la autora dispone de una serie de cuentos sin publicar. Podemos imaginar que, tal vez, además de cuentos la escritora Josefina Díaz disponga de relatos, artículos o poesías. Sea como fuere, el caso es que es un honor contarla entre los que forman la nómina de escritores gordoneses o personas del mundo científico, jurídico o cultural de los que nos sentimos profundamente orgullosos:


La autora del cuento -escribe Juan- es Josefina Diaz, vecina de Ciñera a la que los niños de la comarca la llaman Josefina cuentacuentos. Se inspiró en el bosque del Faedo de Ciñera para crear una leyenda alrededor del pueblo, ya que este se formó hace 145 años y no tenía una leyenda propia como los pueblos de los alrededores, La Vid ( El cuelebre de La Vid ) o Santa lucía.

Es el primer cuento que publica de una colección que tiene; esperamos ver alguno pronto tambien a la venta. El cuento “El carbón de Haeda†se puede conseguir en varios establecimientos de Ciñera al modico precio de 4 euros. Saludos desde Ciñera.



En su escrito, Juan se refiere a la leyenda La fuente de Faya o la del hilo de oro, de Santa Lucía, que hemos publicado en el foro Leyendas de Gordón, apartado que tenemos todavía por completar con las leyendas del foro anterior y por corregir o redactar de nuevo, como sucede con la del poblado fantasma del puerto de Santa Cruz en Cabornera o la que corresponda a Villardefrades, poblado también desparecido.
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Yosco



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MensajePublicado: Dom Sep 02, 2007 8:44 pm    Título del mensaje: Responder citando

Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. (IV) Eduardo Ãlvarez.

Si dejamos a un lado las costumbres de la época descritas en la novela (con la matización aportada por Jose Barrio del uso del apelativo filandero para el conocido filandón), podemos echar un vistazo al lugar de donde era originario el Gameu, localidades, alrededores y otras riquezas, además del ganado y los bosques.

Los alrededores y la riqueza del suelo.

La descripción se refiere a un suelo accidentado formado por rocas de elevación considerable y montes que producen robles, abedules, hayas, grosellas y frutas salvajes.

En lo más alto y pintoresco de este rincón -explica Eduardo Ãlvarez- se encuentran tres o cuatro pueblecillos tan chicos que apenas alcanzará su población a un centenar de vecinos.

Como se ve, en este aspecto nuestros pueblos no han cambiado gran cosa, pues la despoblación sigue siendo uno de los problemas más importantes para asegurar la pervivencia de los mismos y del mismo entorno, que al estar situado en las cabeceras de los valles de los ríos de montaña, con frecuencia acaban siendo sacrificados dichos valles, convirtiéndolos en embalses. De ahí la necesidad de reivindicar el valor natural de estos entornos, convertirlos en reservas de la Biosfera y potenciar una economía adaptada al medio y su explotación natural y de carácter lúdico, deportivo y turístico.

Pero dejaré a un lado estas disgregaciones para volver a la novela.

Decía que el lugar de asentamiento de las aldeas se correspondía a los lugares elevados entre las montañas. En aquellos valles se pastorean ganados de todas clases durante las épocas templadas del estío y se pueden encontrar prados de fertilidad extremada.

Lo que ocurre en la época invernal nos recuerda todavía algunas nevadas de los años 50, pues se dice que era habitual que en los inviernos ver estas comarcas cubiertas totalmente por las nieves, que las envuelven con su blanco sudario durante varios meses, tan por completo, que solamente pueden verse las copas de algunos árboles y los techos de las viviendas, asegurando que hay parajes por estos lugares en los que la nieve alcanza una altura de tres o cuatro metros.

Si lo que se refiere a lo más encumbrado de la región es así, lo que sigue de las tierras más bajas corre por estos derroteros: En las llanuras se cosecha trigo, cebada y legumbres, tales como garbanzos, lentejas y arbejos [ ], algunas hortalizas y centeno, aunque en pequeña cantidad.

En el subsuelo también encontramos riquezas como las minas de cobre, cobalto, plata, carbón y otros minerales, entre los que cita los abundantes mármoles de extraordinaria riqueza explotados en varias canteras.

Y relacionado con el lugar aparece mencionado explícitamente el pueblo de Caldas del que dice y reproduzco textualmente que posee un manantial de agua mineral muy recomendado para ciertas enfermedades rehumáticas y otras, conocido entre los enfermos bajo el nombre de Fuente de Los Milagros.

El pueblo de Caldas de Luna, efectivamente, conserva el balneario y lo mantiene en explotación, además de la famosa Fuente de Los Milagros en un entorno admirable bajo las rocas calcáreas que se abren para dar paso por su angostura el cauce de un río.

Después de dibujarnos tan minuciosamente el entorno de la supuesta aldea de La Ben, Eduardo Ãlvarez concluye con una queja, y es la carencia de vías de comunicación adecuadas y suficientes para poder acceder a la explotación de estos recursos.

Pues bien, lo dejaremos, de momento, en la queja antigua de Eduardo y la reflexión actual nuestra, pues ahí continúan paisajes y recursos y quejas más actuales.

Caldas de Luna


Ultima edición por Yosco el Dom Sep 02, 2007 8:51 pm; editado 2 veces
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Yosco



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MensajePublicado: Dom Sep 02, 2007 8:46 pm    Título del mensaje: Responder citando

Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. (V) Eduardo Ãlvarez.

Ocupaciones y otras costumbres de los hombres montañeses.

Entre confesiones de sentirse arrastrar por la amargura de los sucesivos desengaños, y descripciones de las casas de La Ben (una especie de pallozas techadas con paja y formadas por una única estancia en la que compartían espacio con los animales), Eduardo Ãlvarez, por boca de Gameu, nos cuenta algunas de las ocupaciones a que se dedicaban los hombres de la montaña, que eran, fundamentalmente, tres:

1.- El pastoreo, con la tradición de conducir los rebaños de merinas o churras por las cañadas reales leonesas hasta Extremadura.
2.- La labranza, sobre todo en las vegas orillas de los ríos; una labranza para una economía de subsistencia.
3.- La caza.

En cuanto a la actividad de la caza, hay que decir que se practicaba con los lobos, los osos y los zorros, a los que se tacha de animales dañinos y feroces.


No se andaban con pamplinas a la hora de abatir cualquiera de los animales mencionados, y es de suponer que igual suerte correrían los jabalíes con que se toparan. Y tampoco se andaban con miramientos en cuanto a los métodos o técnicas de caza, que, básicamente, eran dos: el envenenamiento y el acecho.

Cuando alguna vaca u otro tipo de res se despeñaba y mataba, lo que hacían era sacarla como a una milla fuera del pueblo, envenenar la carne y dejar que los animales salvajes la comieran.

La caza al acecho nos la presenta mediante un ejemplo novelado en el que se captura una osa de la que regalan la piel a un paisano apodado el Abogado.

Toda la descripción de la caza está escrita con cierto detalle y gran emoción. Nos relata que acostumbraban a tomar un pedazo de carne el cual ataban fuertemente a una estaca. La estaca, sólidamente clavada en el suelo, estará situada justo enfrente y a corta distancia del cazador apostado al acecho. Complementaban la trampa poniéndole al animal rastros en los alrededores con otros restos animales como tripas, de manera que lo vayan conduciendo al cebo principal.

El conocimiento que demuestran tener de los animales salvajes de la zona y sus costumbres es bastante alto, adquirido tras años y años de observación de sus idas y venidas y de las experiencias habidas en los encuentros con ellos o de los estragos hechos en corrales y haciendas. Para evitar la desconfianza del animal a cazar, la cuerda del cebo la dejan sepultada en la nieve y semientierran el mismo cebo. Eligen las noches en que el viento es favorable para que las alimañas no puedan oler al cazador y, armados de paciencia, arropados y cubiertos por mantas, esperan quietos en medio de la noche y el silencio a que se acerque la presa. Realizaban el acecho en el mismo pueblo, vigilando en ocasiones a los animales desde la misma puerta de la casa hasta que se ponían a tiro.

En otro orden de cosas, nos cuenta también que en esta tierra la mayor parte de los hombres no se afeitan más que dos veces al mes si no hay alguna fiesta por medio; solamente los jóvenes lo hacen todos los domingos o sábados por la tarde, el señor cura dos veces por semana... Hace algunos comentarios sobre el sueldo del barbero y sigue explicando que también había cirujano, el cual se ganaba la vida dando sagrías y aplicando sanguijuelas.

Y con estas consideraciones concluye el primer capítulo.
***
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Yosco



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MensajePublicado: Dom Sep 02, 2007 8:52 pm    Título del mensaje: Responder citando

MANUEL GARCÃA BRUGOS, el poeta (1).

Éste sí; aquí tenemos que hablar de un verdadero poeta, escritor de versos preciosos que merecieron y merecen la pena y una calle en La Pola, al arrancar la cuesta del caño del juzgado: Manuel García Brugos.

Digo esto porque de guajes desconocíamos la existencia de nuestro escritor Manuel y conocíamos sólo al Gameu, Eduardo Ãlvarez, que en vida tuvo su placa en el lugar donde ahora luce la de Manuel García Brugos. Al Gameu le llamábamos el poeta, cuando -por lo que conozco hasta el momento- no publicó poesía, sino novelas como la de Aventuras de Gameu. Por mar y tierra y otras que, si os parece y voy sacando tiempo, iré reseñando.

Eduardo Ãlvarez conserva su calle, que empieza en el caño del juzgado y sigue hacia la izquierda para pasar por delante de lo que fue su casa y terminar uniéndose a la cuesta del cementerio. En fin, que en estas cuestas del juzgado han venido a parar los nombres de los dos escritores de La Pola con obra publicada a principios y mediados del pasado siglo XX, hombres recordados en las placas de las calles, pero prácticamente desconocidos para las gentes de Gordón en general y de La Pola en particular. Ni ejemplares de sus libros en las bibliotecas, al menos en la de Pola, ni homenajes o actos de recuerdo a lo que fueron, sus vidas y su obra, ni casi saber qué hay detrás de sus nombres en las placas si no es porque en la de Manuel dice calle del poeta.

Por ello quiero hablar de ellos hoy. Tal vez haya quien tenga más información, incluso los parientes que de alguno de ellos todavía vivan en Pola conserven recuerdos, tal vez notas manuscritas o algún trabajo sin publicar. Todo es posible, y sería deseable darlo a conocer. De igual manera sería deseable rastrear y publicar también los que fueron escritores oriundos de los distintos pueblos de Gordón y los que hoy lo son, trabajando tal vez como periodistas o en diferentes ocupaciones, pero con obra publicada.

Pero hoy nos ocupa el poeta Manuel García Brugos. Aunque poco he podido recopilar, os lo iré contando junto con la información que uno de sus nietos, Marcelo Ortells, me ha enviado desde Argentina donde reside y que, puntualmente, me felicita por las fiestas navideñas. Un hombre cordial y exquisitamente amable a quien, desde aquí, saludo con cariño.

Salud.


Ultima edición por Yosco el Jue Nov 22, 2007 12:56 am; editado 1 vez
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Yosco



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MensajePublicado: Dom Sep 02, 2007 8:59 pm    Título del mensaje: Responder citando

Villarín escribió esta aportación sobre uno de nuestros escritores más representativos y de raigambre en el Concejo, al que debemos gran parte de la memoria cultural de nuestras gentes. Lo traigo aquí de nuevo, pues su figura y su obra merecen todo nuestro reconocimiento:


ESCRITORES DE GORDÓN: DR. FRANCISCO ESCOBAR GARCÃA

En mi biblioteca guardo, junto a los libros más apreciados, uno muy especial [comprado en “Casa de Miroâ€, en La Pola; estaba expuesto en el escaparate de esa conocida tienda, cuyo titular era el entrañable don Teodomiro Martín Blanco; igual que estuvo también allí, en su día, la tesis doctoral del Dr. Santos Sabugal] que registra las huellas de las tierras y hombres de Gordón y que es como un ramo de cerezas de nuestro pasado, una ruta emocional por nuestros ancestros. Por sus 386 páginas desfilan su geografía, sus pueblos, su historia, sus hombres e instituciones, su folklore, su romancero, su vocabulario. Manojo de capítulos inolvidables, de prosa cálida, clara y depurada. El libro es conocido vuestro y mío, como ya digo, y se titula: GORDÓN, Apuntes para la historia del municipio, Editado por Mecenazgo de la Diputación Provincial de León, en el año de 1962; este próximo mes de octubre, el día 12, cumple 44 años de su publicación. En este espléndido libro escrito por el presbítero, Dr. FRANCISCO ESCOBAR GARCÃA, Gordón aparece contemplado en su totalidad. Su autor registró, pulsó y cantó la vida gordonesa, hasta su época, y según su sentir. Se puede afirmar que el padre Escobar es el primer historiador de Gordón y le debemos gratitud, admiración y simpatía, pues sintió siempre con nuestros pueblos.

De la biografía del autor, nada sé; salvo que, al parecer, ejerció su ministerio sacerdotal, algún tiempo, en Huergas de Gordón. Por tanto, desconozco si el autor era de nacimiento gordonés o si lo era su ascendiente linaje, pero sí sé que de corazón fue gordonés; esto seguro, pues todo su hermoso libro está envuelto en atmósfera de amor a Gordón. Luego, excelso escritor de Gordón, que merece, como nadie, figurar sobresalientemente, en la Galería de Escritores del terruño, con sede en este Foro.

Respecto a más bibliografía de este autor sobre cosas de Gordón, en las páginas del ISBN aparece un tal Francisco Escobar García-Cabezo, que, no obstante el añadido del apellido Cabezo, supongo que será el mismo autor de que tratamos, con las siguientes publicaciones, a saber: EL SANTUARIO DEL BUEN SUCESO DE GORDÓN, publicado en el año de 1973, y es edición privada del autor; también aparece el libro: EL ILUSTRÃSIMO CONCEJO DE GORDÓN ENRIQUECE SU HISTORIA, que data de 1977, asimismo, en edición privada.

Como sabéis –permítaseme el inciso-, el ISBN (Internacional Standard Book Number: Número Internacional Normalizado de Libros), es un código numérico de carácter internacional que permite -a partir de su creación, claro está- identificar cualquier publicación. Ello facilita tanto las relaciones comerciales entre editores, distribuidores y libreros como el propio manejo del libro de que se trate por usuarios y bibliotecas. Cada número ISBN consta de diez cifras, distribuidas en cuatro grupos, separados unos de otros por un guión. El primer grupo identifica la zona lingüística (a España le corresponde el 84); el segundo, el editor; el tercero; el número de orden de la editorial; el cuarto es una cifra de control que permite verificar la exactitud de las cifras precedentes. En España regula este código el Decreto número 2984/1972, de 2 de noviembre, que establece la obligación de consignar el ISBN de los libros o folletos venales. El organismo encargado de desarrollar el sistema en nuestro país es la Agencia Española del ISBN, regulada por la Orden de 25 de marzo de 1987. Por eso, algunos libros publicados, al ser anteriores al establecimiento de este sistema, no aparecen en él, cual es el caso del comentado por el dicente; aclarar esto fue la razón del inciso.

El libro mencionado del Dr. Escobar García, “GORDÓN, Apuntes para la historia del municipioâ€, trata en el Capítulo Cuarto (“Hombres e Institucionesâ€), Apartado IV (“Derecho Consuetudinarioâ€), sobre diversas instituciones que comprende el legajo [59 artículos] de “las Ordenanzas de la Villa de Huergas, pertenecientes –nos dice el Dr. Escobar- al siglo XVIII, redactadas ante escribano que lo era a la sazón el de La Pola y de Olleros de Alba, trasladado a su vez de las antiguas, copiadas nuevamente por deterioro del legajo anterior, lo que revela cómo aquellas se tenían siempre sobre el tapete y cómo se velaba por su cumplimiento.

â€Del derecho consuetudinario contenido en aquellas ordenanzas –prosigue- “son dignos de mención varios capítulos que a los viejos del lugar –de todos los lugares de Gordón-, agradará, creemos, ver reproducidos en estas páginas [de su libro]: el badaje, el palo de los pobres, la vecera, la velanda y la facenderaâ€.

Por la índole de estas notas y la sede de su exposición, no ha lugar a entrar en explicar por extenso qué ha de entenderse por Derecho consuetudinario, por Ordenanza o por costumbre, ésta, con sus requisitos, su fundamento, sus clases y su prueba, para que sea aceptada como derecho consuetudinario, mas sí diré de un modo sencillo algo, para mejor comprensión de lo que significan las Ordenanzas de Huergas: Derecho consuetudinario, es el Derecho no escrito; el que nace de la costumbre. La costumbre, supuestos sus requisitos, es una norma jurídica, no escrita, impuesta por el largo uso; también, al unísono, una forma de crear Derecho, es decir, una fuente del Derecho; en nuestro Ordenamiento jurídico vigente, subsidiaria de la Ley, que es otra forma de norma jurídica, producida, en este caso, por los órganos competentes del Estado. Las costumbres a partir del siglo XI comienzan a ser recogidas por escrito. Unas veces se hace con carácter oficial, a instigación de los Reyes, que luego aprueban el texto redactado, o por iniciativa de los Concejos de los pueblos; otras, en cambio, por algún práctico del Derecho (juez, abogado, notario…), que redacta lo que es costumbre o fuero en un determinado lugar y que, aun siendo apuntes privados, sirven luego de base para posteriores refundiciones o reelaboraciones. La formación de estas redacciones, a partir del siglo XII cada vez más extensas, da a la costumbre un nuevo carácter, entendiendo por tal lo que consta en el “libro, cuaderno o padrón†aunque incluso algunas veces hubieren quedado en desuso. Fuera del libro pueden subsistir todavía otras costumbres no redactadas. Pues bien, el Derecho consuetudinario recogido en las Ordenanzas de la Villa de Huergas de Gordón, es costumbre redactada, para mejor recordación y conocimiento general, y como tal fue (o es aún en alguna cuestión) norma jurídica de obligado cumplimiento, sobre el particular de sus disposiciones.

Yo no he tenido oportunidad de leer las Ordenanzas de Huergas en su tenor jurídico, aunque sabía del legajo, conservado en su Archivo; por tanto, no he hecho nunca un análisis jurídico de las mismas, que, en todo caso, sería improcedente traerlo aquí; lo que sigue, pues, sobre dichos institutos, es palabra del padre Escobar en su propio tenor, y aunque las normas de tal Ordenanza no estén formalmente abrogadas, los institutos si están en desuso (aunque no desde hace mucho tiempo, caso de la “vecera†o de la “facenderaâ€), y es que, el Derecho es un producto histórico contingente, que no se manifiesta con independencia de la vida que ordena. En fin, las traigo a colación, las precitadas figuras jurídicas, por lo que tienen de enseñanza de la antigua solidaridad comunitaria de los pueblos del Concejo de Gordón [la convivencia consustanciada con la Justicia como valor supremo del Derecho] y, como merecida laudatio al Dr. Escobar García, pues no hay mejor homenaje en este Foro, que el transcribir alguno de sus textos, en este caso, la parte dicha, como gratísima recordación de su memoria y para delectación y provecho del lector, pues se trata de figuras de nuestra legislación particular, que traen causa de nuestra sustancia histórica.

Seguidamente, vamos a presentar –en las propias palabras del autor del libro mencionado- las figuras denominadas de “El Badajeâ€, “El palo de los pobres†y “La veceraâ€; en otra ocasión continuaremos con las dos restantes aludidas.

Veamos, pues.

1º EL BADAJE

“El Badaje (o bagaje) era un servicio eminentemente caritativo y cristiano. Cuando un inválido o enfermo, ajeno a la villa o al municipio, debía ser trasladado al hospital o al pueblo de su naturaleza, según los casos, los lugares y villas del tránsito habían de poner a disposición del Regidor un carro, para que aquel enfermo o inválido cubriese la jornada de su viaje con la máxima comodidad. El servicio de pareja y carro guardaba riguroso turno entre el vecindario, y, a tal efecto, una insignia (un cetro o un palo con algún simbolismo) pasaba de una casa a otra. Aquella donde se hallase el palo del badaje, estaba obligada en aquella ocasión, y cumplía su turno con toda normalidad.â€

2º EL PALO DEL POBRE

“Aunque en las montañas leonesas se distinguieron siempre por su hidalguía y hospitalidad, no encontrando los mendigos dificultades para su alojamiento nocturno –grandes pajares, cuadras, tenadas y aun la misma casa del dueño ofrecían buenas comodidades-, podía llegar el caso de que un pobre apestado o enfermo, como queda dicho, o superlativamente sucio, o plagado de parásitos, o simplemente beodo, o conocidamente antipático, encontrase graves dificultades de alojamiento. Para estos casos estaba previsto en las Ordenanzas un riguroso servicio de turno. La insignia de los pobres –otro cetro, bastón o palo con otro simbolismo- llamado el palo de los pobres, pasaba sucesivamente de casa en casa, como vimos se hacía en el servicio de badaje, recorriéndolas todas, para, luego, comenzar otra vez y otra…

â€Como se ve, tantos siglos de cristianismo habían cristalizado en las más puras formas de caridad, el fruto auténtico de la religión de Jesucristo.â€

3º LA VECERA

“Conocida todavía en los pueblos de Gordón y practicada aún en algunos, la vecera importaba trascendencias más complejas en los tiempos pasados, pues no solamente atendía al ganado menudo –lanar o cabrío-, como sucede en la actualidad en los lugares donde aquella pervive, sino que se organizaba también para las demás clases de ganados, como el caballar, el vacuno, la cerda, y dentro de cada especie, por edades. Así, por ejemplo, había vecera de sementales, de novillas, de cabritos, de corderos, etc.

â€Es curiosa la reglamentación que se refería a los mastines, valiosos perros que frecuentemente habían de lidiar con los lobos, aunque con la prevista superioridad de sus collares de hiero con púas muy fuertes y agudas del mismo metal, las carrancas, que no eran un adorno precisamente. A veces surgían graves conflictos entre el vecindario por razón de que algún propietario ponía pastor particular para su rebaño. Pero era tal la fuerza del derecho consuetudinario, que la justicia siempre fallaba contra aquél, obligándole a guardar la vecera, si bien se le autorizaba para que en tales días mezclase su ganado con el de todos los demás. De este género hubo un pleito en la villa de Huergas, sentenciado ante escribano en la forma que queda dicho.â€

Y bien, la “velanda†y la “facenderaâ€, penden de contar, hasta la próxima ocasión.

Un cariñoso abrazo de,

Villarín
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Yosco



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MensajePublicado: Lun Sep 10, 2007 10:32 pm    Título del mensaje: Alfonso García Rodríguez. Responder citando

Alfonso García Rodríguez.

El libro, Leyendas de León (Pasado mítico de una tierra) es de Alfonso García Rodríguez, autor gordonés de Santa Lucía (1.946), creador y fundador del suplemento Filandón del Diario de León.

Por un lado, creo de justicia incorporar el nombre de este escritor dedicado profesionalmente a la enseñanza, a la nómina de escritores de la comarca; por otro, comentar que en el libro mencionado, publicado por Edilesa (2.005) publica dos leyendas de las que ya hemos dado cuenta en este espacio: Una virgen con dos nombres, sobre el origen de la ermita del Buen Suceso. No haré una sinapsis de las mismas, pues ya las conocemos; solamente subrayar que Alfonso hace una transcripción sencilla de las mismas, literal, divulgativa. En este caso, como en otros, yo insisto en la razón última que subyace en estas historias que han tomado un ropaje religioso, y que va más allá de la cultura cristiana para entroncar con los mitos paganos de las janas y los molinos de la Griega.
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CARMEN



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MensajePublicado: Lun Oct 01, 2007 2:01 am    Título del mensaje: Responder citando

Yosco,como he visto que te has referido varias veces al "molino de la griega",quería cometarte que tengo un librito sobre el tema.

Es de Eutimio Martino"El Molino de la Griega",Mitología Leonesa de Origen Romano;si te interesa te lo paso en el próximo encuentro.

Un saludo.
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Yosco



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MensajePublicado: Lun Oct 01, 2007 10:34 pm    Título del mensaje: Responder citando

CARMEN escribió:
Yosco, como he visto que te has referido varias veces al "molino de la griega",quería cometarte que tengo un librito sobre el tema.

Es de Eutimio Martino"El Molino de la Griega",Mitología Leonesa de Origen Romano;si te interesa te lo paso en el próximo encuentro.

Un saludo.


Gracias, Carmen; tengo el libro de que me hablas de Eutimio Martino, publicado en la colección Cuadernos de Campo (1).

En este libro se hace un rastreo por algunos de los enclaves conocidos donde existen restos del molino de la griega asociados, naturalmente, a la leyenda. Incluso acompaña fotografías, algunas en los aledaños del Bernesga, de los lugares por donde discurrían los canales de las explotaciones mineras.

Hay otro libro en donde también se menciona el mito de los hornos o los molinos de la griega, que es el de Matías Díez Alonso titulado Mitos y Leyendas de la Tierra Leonesa (1982) (ISBN: 84-300-8202-6) en donde se cita Los Barrios de Gordón en relación con este mito:

En otros lugares que demoninan Valdefornos, como en Gete, Barrillos del Curueño, Barriedo de la Reina, Los Barrios de Gordón, se obtenía el oro fundiendo las piritas y sulfuros para obtener el oro de la escoria. Calentaban las arcillas auríferas en los hornos con carbón vegetal, casi siempre de roble (Mitos y Leyendas de las Tierras Leonesas.- página 31)

La Griega, los hornos del Griego, los molinos de la Griega... no tienen nada que ver ni con molinos harineros ni con personajes griegos. El término griega parece estar bien determinado que procede del celta brig- (colina o altura) y de briga (fortaleza o castro); o sea, que se trataría del molino de la briga. El molino se refiere al lugar de decantación del oro, a donde había que transporar gran cantidad de agua para su lavado, lo que nos recuerda a las médulas en donde practicaban el derrumbamiento para arrastrar el mineral. Al parecer, los romanos tomaron el término briga celta para referirse a estas explotaciones. La fantasía popular hizo el resto.

Tal vez merezca volver sobre este mito tan extendido por tierras leonesas, no sólo de la provincia de León, sino también de Zamora y Salamanca, con connotaciones en otros puntos de la geografía peninsular que van desde Cantabria a Guadalajara, por ejemplo.
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Yosco



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MensajePublicado: Jue Nov 22, 2007 12:56 am    Título del mensaje: Responder citando

MANUEL GARCÃA BRUGOS, el poeta.(2)

Manuel García Brugos, Manolo en el entorno familiar y supongo que de los amigos, moriría en 1.981 después de un viaje a Egipto y, tal vez, como consecuencia del fallecimiento de una de sus hijas, trance que le resultaría particularmente doloroso. Pero muy poco antes debio de estar en La Pola según los datos que he podido recoger; el primero de ellos lo hallé en el libro que se encuentra depositado en la Biblioteca del Instituto Leonés de Cultura de León y que lleva por título 50 años de vida literaria y artística en El Mar del Plata. En la dedicatoria manuscrita con bolígrafo de tinta azul figura la fecha de 9 de agosto de 1.978 y está firmado en León. No sé, por tanto, si en esa misma fecha se acercaría hasta su pueblo natal, La Pola, o fue en el año 1.980 como cree su nieto Marcelo Ortells. Sea como fuere, lo que tengo por cierto es que a Manuel García Brugos, Manolo, nunca se le fueron de la cabeza y la memoria su pasado infantil, las imágenes y los paisajes de La Pola.

Y eso, después de salir con toda su familia, por extrañas razones políticas o razones que simplemente Manolo no quiso aclarar a su nieto Marcelo, hacia la Argentina, para arribar a tierras americanas, concretamente a Mar del Plata, en 1.907. Eran ocho hermanos; su padre, Tirso García, ejerció de Juez de Paz en Pola.

Si le fue siempre fiel a la tierra que lo vio nacer, siempre se confesó, también, admirador y respetuoso de la Argentina (sic) y enamorado del Mar del Plata, como puede leerse en el prólogo de la obra citada que -según puede deducirse de su título- encierra mucho de autobiográfica.

Y será esta obra la primera que comente en la próxima ocasión.
Salud
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Yosco



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MensajePublicado: Jue Ene 03, 2008 8:37 pm    Título del mensaje: Responder citando

MANUEL GARCÃA BRUGOS, el poeta.(3)

La llegada a Mar del Plata de este gordonés quedará grabada en la memoria del poeta para siempre, y junto a esta aventura personal la también vivencia íntima del conocimiento del mar. Para un paisano, un guaje entonces, hecho a los valles y las montañas de nuestro entorno, encontrarse con el océano que llevaba olas y emigrantes a las costas de Argentina, tuvo que resultar impactante. Así que el mar va a ocupar uno de los principales temas de su poesía, y cuando publica por primera vez en el diario El Progreso, decano de la prensa argentina de entonces, lo hará con un Romancillo del mar triste:

Mar apenas
surcado,

mar sin quillas,
solitario...



En el año 1910, aparecerá el diario La Opinión, en el que escribirá, así como prestará su colaboración con la revista humorística Mueca y Gestos y el diario socialista El Trabajo , que harán su aparición en el mundo de la prensa en 1915.

El recorrido por las personas que conoció y frecuentó en estos y sucesivos años es largo, pero quiero traeros una preciosa anécdota ocurrida en 1921 en la que cuenta cómo conoció -ocasionalmente- a la poetisa Alfonsina Storni (que luego se suicidaría y de la que tenemos la bella canción Alfonsina y el mar cantada, si mal no recuerdo, por Silvio Rdríguez). Dice Manuel:

Por aquella época, conversé por primera vez, en la forma más inesperada, con Alfonsina Storni...

Y relata cómo en la playa, mientras paseaba, casi pisa sin querer la escultura que una mujer hacía con mucho primor en la arena, la figura de un niño. Aquella mujer, con la que se disculpó y entabló conversación, era la poetisa Alfonsina Storni, de quien dice, rememorando el ocasional encuentro, que su palabra era amena, interesante; sus ojos, claros...

El 25 de septiembre de 1937 aparece en una foto con ella, cuando fue a visitarla al Hotel Astoria. La noticia de la muerte de Alfonsina conmovió a nuestro poeta, y le dedicará este poema con el que lo dejaremos, de momento.

ELEGÃA A LA MUERTE DE ALFONSINA STORNI.

Alta la frente,
transida por el mal que la aquejara,
cual astro refulgente
que de pronto al abismo resbalara,
de su elevada cumbre
acercándose al borde entre tinieblas,
rodó hasta el mar la esclarecida estrella.

Tal vez con pesadumbre
el mar que tanto amó, le abrió su seno
el agua se elevó en haces de lumbre,
y sin vida ya,
el espíritu sereno,
desplegando sus alas luminosas
se alejó para siempre silenciosa...

La noche estaba obscura,
mas al batir sus alas dulcemente
en vuelo hacia la altura,
blandamente,
cayó alfombrado el mar que la acogiera
una lluvia finísima de estrellas.


Espero que os haya gustado esta primicia. ¿A que no sospechábais que teníamos un poeta tan extraordinario en La Pola? Pues ya que tiene calle, que se la merece, que se conozca su vida y su obra, que también lo merecen.

Con la reedición de esta nota y, dadas las fechas navideñas, no quiero dejar pasar la ocasión de agradecer la felicitación recibida desde la Argentina del nieto de Manuel García Brugos, Manuel Ortells, para quien desde aquí envío mi abrazo agradecido.
Salud.


Ultima edición por Yosco el Jue Ene 03, 2008 9:12 pm; editado 1 vez
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prejub



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MensajePublicado: Jue Ene 03, 2008 8:56 pm    Título del mensaje: Responder citando

Amigo Yosco tenemos algo de documentación en el foro, date una vuelta por aquí y observaras
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Yosco



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MensajePublicado: Mar May 20, 2008 9:30 pm    Título del mensaje: Responder citando

Eduardo Ãlvarez, el Gameu.


Continuando el hilo de este tema, en su momento escribió PepeB:

Estamos siguiendo con interés estos escritos de Gameu desconocidos, casi me atrevería a afirmar, para todo el mundo dentro del cual me incluyo. Si el carácter que se les da es de una novela, debe pertenecer al género de la ficción como "El Quijote", del cuál sabemos que tiene, no obstante, una realidad subyacente. Si Gameu nació y vivió en La Pola no es posible que haya conocido en forma directa los episodios que describe. Los que nacimos en lo más agreste de la montaña, en donde las torvas de nieve cubrían las casas, sí conocíamos relatos orales de osos, rebecos, lobos y de estos últimos en invierno se podían oir las aullidos una veces lejanos y otras cercanos, pero no se veían animales salvajes de éstos en el pueblo. Los osos se deben haber extinguido hace siglos en toda la comarca. Se hablaba del uso del veneno conocido como estricnina por algún vecino de manera excepcional. Y esto último, a veces, es uno de los estorbos a la fantasía en la que quisiéramos creer, casi con desesperación, acerca de la posibilidad de una convivencia armónica terrenal en algún lugar del mundo. Los animales matan de frente y sólo por la instintiva necesidad de alimentarse. Nosotros, hay que reconocer que tenemos necesidades ilimitadas e inventadas sin saber cuál es el fin último al que apuntan. En cuanto a lo de matar, nada más hay que leer los periódicos.
Como a vosotros os interesa la historia de La Pola, a unos metros de mi casa y en la misma vereda, había un local que tenía escritas las palabras "Bar La Fama", al que no conocí nunca funcionando como bar, pero sí como zapatería o más bien como fábrica de calzado de botas de goma para los mineros. Era la "Zapatería de Florín", en donde nos reuníamos -Ãngel, luego Alcalde, nos contaba las vivencias de los prolongados viajes que realizada- a conversar, si hacía falta ayudábamos y hasta llegué a aprender algo del oficio de zapatero entre el olor a pegamento y el polvillo negro que se desprendía al pulir la goma con la lija adherida a la rueda de un artefacto eléctrico. Pues bien, Florín era aficionado a la caza deportiva y recuerdo que tenía en la zapatería de mascota a un cachorro de lobo que en su aspecto no se diferenciaba de un perro y trasmitía la misma ternura que dan esos animales de dos o tres meses de vida. De paso ahora quisiera saber cómo siguió la historia de ese animal a medida que fue creciendo.



Y estos fueron los comentarios como respuesta en Ayer y hoy de los escritores de Gordón.

Os agradezco el que sigais con curiosidad estos escritos sobre la obra de Eduardo Ãlvarez. No pretendo otra cosa que dar a conocer esta parte de nuestra historia, a veces escrita en nombres de calles, pero tan desconocida en su realidad de lo que fue, significó y significa como hecho cultural. Creo que nuestros escritores se merecen, además de un recuerdo, ser conocidos y comprendidos.

El paralelismo que estableces, amigo PepeB, con el Quijote en cuanto al nombre y lugar de origen de Gameu (el personaje de la novela), tienen su fundamento y razón de ser porque Eduardo, deliberadamente, no lo da a conocer; se menciona el poblado de La Ben, un lugar imaginado o supuesto en las montañas que -en mi opinión- corresponden a tierras de Luna, próximas a Gordón y de orografía, recursos y paisajes iguales, pues forman parte de la montaña central leonesa de la Cordillera Cantábrica.

Si, como supongo por diferentes conjeturas, la supuesta aldea quedara cerca de Aralla, la existencia de osos en la zona a finales del siglo XIX y principios del pasado siglo XX es más que probable. Pero haría falta documentarlo. El resto de las descripciones coinciden con lo conocido en estas comarcas y de cuyos aspectos aún -como mencionas en tu escrito- se guarda memoria y conservan anécdotas.

En cuanto al estilo literario de la novela, podemos decir que pertenece al género de la picaresca. Encontramos las siguientes características que se corresponden con este género:
1.- Elementos autobiográficos, pero en la elaboración de una falsa autobiografía.
2.-Está contada en primera persona.
3.- Determinismo:el personaje intenta mejorar la condición social, pero fracasará siempre.
4.- Ideología moralizante y pesimista. Se pone como ejemplo una conducta aberrante que resultará castigada.
5.- Intención satírica. La sociedad es criticada en todas sus capas o estratos, a través de los cuales se moverá el personaje que será testigo de excepción de la hipocresía de mucha gente poderosa que pasa por respetable.
6.- A veces el realismo de la novela toma tintes naturalistas describiendo aspectos desagradables de la realidad.

De lo común de la existencia de lobos en Gordón todos tenemos noticia. Hace unos años, en lo alto de Aralla, tuve ocasión de sentarme un rato a parlar con un pastor que me describió con todo lujo de detalles cuál era el paso de los lobos por la zona, épocas y costumbres, además de ilustrarme con informaciones sobre otros animales y plantas, entre ellas el bien conocido té de roca que atropábamos en verano.

No sé qué sería del lobezno que conociste en la zapatería de Florín y cómo acabaría su historia; de lo que sí puedo daros cuenta es de cómo continúa la novela que os estoy comentando de Eduardo Ãlvarez, y a ello iré en la próxima aportación.

Un saludo.
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Yosco



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MensajePublicado: Jue May 22, 2008 5:37 pm    Título del mensaje: Responder citando

Aventuras de Gameu. Por mar y tierra.-Novela Histórica. (VI) Eduardo Ãlvarez.

Aprovechando la circunstancia de ponernos en antecedentes del nacimiento de Gameu, Eduardo nos descubre qué tipo de costumbres se llevaban en la época para el cortejo y la presentación de los novios, entre las que nos cuenta aquella de pagar a los mozos del pueblo en media o una cántara de vino para adquirir el derecho a cortejar a la moza del susodicho pueblo, cuando el candidato era forastero.

Estas costumbres nos las desmenuza entre los ires y venires de Ramón y Julia, que a la postre serán los padres de nuestro protagonista, Gameu, porque de las resultas de los amores entre ambos habrá de venir al mundo éste.

Se cuenta de él que al principio fue un niño enfermizo y que luego resultó un guaje muy travieso, escribiendo que era tan diablo este muchacho que más de una vez rompió la cabeza a alguno de sus propios amigos.

Las trastadas de Gameu llegan al punto de apedrear al cura porque éste le había tirado de las orejas, amén de otros incidentes también con el cura y otras travesuras que le dan fama de díscolo y rapaz incorregible y levantisco.

Las andanzas del crio de marras continúan fuera del pueblo, cuando se nos cuenta cómo Gameu entra de acompañante con un ciego con el que recorre los pueblos de la comarca tocando la pandereta hasta que lo abandona llevándose todo el dinero, historia que nos conduce directamente a lo mejor de la novela picaresca recordándonos punto por punto el famoso Lazarillo de Tormes.

El guaje que se ha sacudido los mocos, ya se ha hecho joven y decide, con las mismas, buscar suerte en la Corte; así que se va a Madrid y entra en contacto con el mundo del contrabando, lo que formará parte de sus ocupaciones, entre las que se cuentan otras como la de carterista, timador y vulgar ladrón.

En este ambiente de los bajos fondos madrileños, aprendiendo y escarmentando muchas veces, Gameu se encuentra casualmente un día con el cura de su pueblo, lo que aprovecha para jugársela de nuevo consiguiendo embaucarle y robarle la maleta y un gran regalo que el cura llevaba a Madrid.

Denunciado, Gameu pasará a la prevención y conocerá por primera vez la cárcel a causa del robo al cura.

Como veis, la vida de Gameu ha entrado en una espiral de aventuras y hechos que lo arrastrarán inevitable y fatalmente a situaciones cada vez más conflictivas y complicadas, a través de las cuales el autor aprovechará para irnos describiendo el modo de vida, las injusticias y los desmanes de los ambientes por los que Gameu irá pasando y sufriendo, como os contaré en la próxima ocasión.

El lazarillo de Tormes
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