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MEMORIA DEL IV ENCUENTRO - 23 DE AGOSTO DE 2008

 
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Seishin



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Ubicaci髇: Mieres

MensajePublicado: Mar Ago 26, 2008 11:07 pm    T韙ulo del mensaje: MEMORIA DEL IV ENCUENTRO - 23 DE AGOSTO DE 2008 Responder citando

1.- Previsi贸n y realidad meteorol贸gica.

El d铆a 22, Yosco predec铆a para el 23, contradiciendo en parte las previsiones de nuestra mascota Espol铆n: "Har谩 un tiempo estupendo; el calor de la amistad y el compartir la experiencia de este d铆a ser谩 lo que m谩s brillar谩 con luz propia. Pero el sol tambi茅n asomar谩 sus narices para acompa帽ar, ya lo ver茅is.".

Y ten铆a raz贸n. Agosto, el d铆a 23, se visti贸 de gala para ofrecernos un d铆a espl茅ndido. Cielo de un azul intenso y l铆mpido que, ya en las primeras horas de la ma帽ana mostraba, a la vista de quienes nos acerc谩bamos a Gord贸n desde la vecina Asturias, un Cueto refulgente bajo los rayos matutinos del sol. Llegada a La Pola, a la plaza, lugar de cita y reencuentro con los m谩s madrugadores del Foro. All铆 estaban Prejub, Legionense y Aljores, acompa帽ados por Juanjo, preparados y dispuestos, con pr谩cticamente todo a punto para llevar a buen t茅rmino el evento que nos congregaba, un a帽o m谩s, en los t茅rminos siguientes:



Cercana la hora de inicio, los aleda帽os de la Bibilioteca municipal fueron pobl谩ndose de gente. Caras conocidas de anteriores encuentros, caras nuevas de quienes se incorporaban por primera vez, reconocimientos tras a帽os sin contacto, saludos, abrazos, charla animada entre unos y otros, hasta el momento de acceder al sal贸n de actos en el que, el peque帽o grupo de organizaci贸n y el que suscribe, como moderador, ultim谩bamos los detalles del gui贸n y el protocolo. Aun trat谩ndose de una reuni贸n de amigos, era importante que las cosas marchasen bien porque, como afirma la sabidur铆a popular, "las cosas bien hechas, bien parecen".

2.- Proleg贸menos.

En poco tiempo, una expectante audiencia que superaba el medio centenar fue acomod谩ndose en la butacas del sal贸n de actos. Los principales protagonistas, en la primera fila, dispuestos a subir al estrado en cuanto su intervenci贸n, seg煤n el gui贸n establecido, correspondiese.

Quien suscribe, Seisin, dio comienzo al acto con estas palabras:

"Buenos d铆as. Un inesperado cambio en la planificaci贸n de un viaje es el motivo de la ausencia de Julio entre nosotros. A petici贸n de su hermano To帽o, por parte de la organizaci贸n, asumo con gusto el papel de moderador con la certeza de que ser谩 dif铆cil desempe帽arlo con la eficacia con que Julio lo ha hecho en los anteriores encuentros.



Iniciamos el acto, como ya es habitual, y a la espera de la incorporaci贸n de alg煤n rezagado, con los acordes de nuestro himno oficial: 鈥淟os j贸venes鈥.
"

Y as铆, esta vez con la versi贸n instrumental de The young ones, interpretada por el m铆tico grupo los Shadows, se inici贸 el IV Encuentro.

Finalizada la melod铆a, continu贸 el moderador:

"Creo que no est谩 de m谩s, dentro del esp铆ritu no ya de los j贸venes gordoneses, sino de cualquier persona, mostrar nuestra solidaridad con los familiares de las v铆ctimas del accidente de Barajas, por lo que propongo que guardemos un minuto de silencio."



Toda la audiencia, puesta en pie, guard贸 un respetuoso silencio tras el cual, continu贸 ...

3.- Entrando en materia.

"Hace poco m谩s de un a帽o, concretamente 371 d铆as, nos reun铆amos en este mismo lugar con motivo del III Encuentro. Hoy que lo hacemos para celebrar el IV Encuentro de J贸venes Gordoneses de los a帽os 60, me considero obligado a manifestar que siento una doble satisfacci贸n: por una parte, al comprobar c贸mo el n煤mero de participantes se incrementa cada a帽o, lo cual constituye un est铆mulo cara a la programaci贸n del pr贸ximo Encuentro, y por otra, obviamente, el motivo o lema central que nos congrega en esta ocasi贸n: el reconocimiento a la dedicaci贸n de D. Antonio Trobajo D铆az a los j贸venes gordoneses.

No vamos a resaltar aqu铆 -tampoco a olvidar- la labor apost贸lica, pastoral, docente, literaria, period铆stica... (no s茅 si me dejo algo) desarrollada por Antonio Trobajo, sin duda reconocida y merecedora igualmente de homenaje. Nos interesa el Antonio cercano, el To帽o con el que algunos de los presentes hab茅is compartido pupitre y juegos infantiles. El To帽o con el que otros compartimos ensayos navide帽os y de obras teatrales, tertulias juveniles, excursiones, vinos... y un largo etc茅tera de momentos inolvidables. El To帽o amigo que nos guiaba sin hacerse notar, sin tirar de nosotros, sino a nuestro lado. El To帽o, en suma, joven gordon茅s de los a帽os 60.

Pero no es la m铆a, sino las siguientes intervenciones, quienes se ocupar谩n de resaltar aspectos particulares de su relaci贸n con nuestro homenajeado por lo que, sin m谩s, cedo la palabra a Antonio G谩squez, encargado de dirigirnos las palabras de bienvenida y apertura en este IV Encuentro de J贸venes Gordoneses de los a帽os 60.
"

4.- Palabras de Antonio G谩squez.



"Buenos d铆as. Vamos a dar comienzo al acto de apertura de este encuentro pero antes, y aunque sea un t贸pico, quiero mostrar mi agradecimiento a los que pensaron en m铆 para este evento.

Ten茅is que saber que me siento muy satisfecho de ser el que pronuncie las palabras inaugurales, sin embargo antes de continuar quiero hacer algunas reflexiones en torno a una serie de dudas que me surgieron cuando me propusieron abrir el encuentro.

La primera, y para m铆 la m谩s importante, fue si deb铆a o no deb铆a aceptar esta encomienda pues me preocupaba, por una parte, no estar a la altura que las circunstancias requieren y, por otra, no estar al nivel ret贸rico de los que me precedieron en a帽os anteriores, que como la mayor铆a saben, cumplieron el compromiso con sobresaliente y dejaron el list贸n muy alto. Es evidente que resov铆 la duda en sentido positivo y aqu铆 me ten茅is.

Una vez aceptado el reto me plante茅 c贸mo enfocar el discurso. Dud茅 en si darle un toque de solemnidad, de seriedad o bien darle un aire m谩s ameno, m谩s distendido. Finalmente decid铆 salom贸nicamente "tirar por la calle de en medio", ni una cosa ni la otra, que salga como Dios quiera.

Recuerdo, tambi茅n, que me pregunt茅 si deb铆a hacer referencia a las experiencias vividas en anteriores encuentros. Decid铆 que no por dos razones: una, para no restarle importancia a este y otra porque cada uno los vivi贸 y sinti贸 de distinta manera y, por lo tanto, resulta muy dif铆cil la concreci贸n. As铆, por ejemplo, para m铆, el primero fue el encuentro de las emociones, de los sentimientos y tambi茅n de los desencuentros y las frustraciones; el segundo, el de recuerdo a mi hermano; el tercero, el de la implantaci贸n de "Espol铆n" y este cuarto, que ser谩 al que haga referencia, marcar谩, a mi juicio, un hito, un antes y un despu茅s, en la historia de los encuentros, y os puedo asegurar que no ser谩 por mi intervenci贸n, ser谩 por el reconocimiento a una persona por todos conocida, con una trayectoria ejemplar, que lo peor que se puede decir de 茅l es que es amigo de todos. Me refiero a Antonio Trobajo, nuestro amigo To帽o.

Otra duda que se me plante贸 fue como denominar este encuentro de j贸venes gordoneses, porque intu铆a, o m谩s bien estaba seguro -y ahora lo puedo corroborar- que no solo asistir铆amos j贸venes de los 60 sino tambi茅n de los 50 y de los 70, as铆 que me dije: como en el centro est谩 la virtud y como lo que importa es sentirse joven a cualquier edad, seguir茅 manteniendo los a帽os 60 como apelativo gen茅rico de este cuarto encuentro anual de j贸venes gordoneses, como lo fue en anteriores ocasiones.

Y hablando de la d茅cada de los 60, solo por curiosidad, me puse a investigar y me sorprend铆 de lo mucho que desconoc铆a de esos 10 a帽os repletos de acontecimientos que configuraron un per铆odo de nuestra historia, en muchos aspectos, maravilloso y extraordinario. Conozco lo b谩sico, lo que conoce todo el mundo, como por ejemplo, que la d茅cada de los 60 fue la del movimiento hippie, la del muro de Berl铆n, la de la crisis de los misiles, la del 茅xito de los Beatles, la de la muerte de Kennedy, la de la guerra de Vietnam, la del mayo franc茅s, la de la invasi贸n de Checoslovaquia, la de la conquista de la Luna, la de la Copa de Europa de f煤tbol frente a Rusia, etc., etc.

Pero desconoc铆a, por ejemplo, y no quiero que se entienda como una consigna pol铆tica, que concretamente en 1960 se produjeron dos acontecimientos que en la actualidad tienen gran trascendencia y, en consecuencia, influyen de manera directa en nuestra vida cotidiana. Uno es el nacimiento del actual Presidente del Gobierno, nuestro paisano de acogimiento, Jos茅 Luis Rodr铆guez Zapatero y el otro la creaci贸n de la OPEP (La Organizaci贸n de Pa铆ses Exportadores de Petr贸leo) que, como buen c谩rtel, han llenado sus arcas a costa de especular con los precios de los crudos y, por consiguiente, de los combustibles, como todos sabemos.

Sab铆a que en 1961 se produce la invasi贸n de Bah铆a de Cochinos, con lo que se recrudece la guerra fr铆a; que en el 62 sale a la luz el primer sencillo de los Beatles, Love Me Do, que marca una nueva tendencia musical; que en 1963 se produce un hecho fat铆dico que cambi贸 la historia de los Estados Unidos de Am茅rica y, posiblemente, la de medio mundo, como fue el asesinato del Presidente Kennedy.

Desconoc铆a que en el a帽o 64 se produjeron dos acontecimientos mucho m谩s agradables como fue la puesta en escena de Mafalda, personaje entra帽able del comic creado por Quino, que tan buenos ratos nos hizo pasar, y el nacimiento de Miguel Indur谩in que tantos 茅xitos ha dado al ciclismo espa帽ol. Tambi茅n desconoc铆a que en el a帽o 65 concluy贸 el Concilio Vaticano Segundo, en el que, entre otras directrices y resoluciones, seguramente m谩s importantes y trascendentes, se decidi贸 que las misas, hasta entonces en lat铆n, pasaran a ofrecerse en las lenguas vern谩culas.

Pocos se acuerdan ya de que en el a帽o 1966 se produjo un choque de aviones estadounidenses y como resultado caen 4 bombas at贸micas en las cercan铆as de Palomares que, afortunadamente, no acarrean consecuencias o que al final de ese mismo a帽o se celebra el refer茅ndum sobre la Ley Org谩nica del Estado, calificado por los cr铆ticos al r茅gimen como un acto de reafirmaci贸n del Caudillo.

Tampoco recordaba que la ejecuci贸n del Che Guevara, s铆mbolo revolucionario de alcance mundial, se produce en el a帽o 67, a帽o en que se publica Cien A帽os de Soledad, del Premio Nobel de literatura Gabriel Garc铆a M谩rquez.

El 68 fue un a帽o prol铆fico en acontecimientos, algunos ya mencionados anteriormente y otros quiz谩 olvidados, como el episodio de la Primavera de Praga, previo a la invasi贸n de Checoslovaquia por la URSS o el asesinato de Robert Kennedy, candidato a la presidencia de los EE.UU. o el de Martin Luther King, activista del movimiento por los derechos civiles de los negros o el primer asesinato de la banda terrorista ETA. Tambi茅n se producen, no obstante, otros hechos m谩s placenteros como el primer festival de la Isla de Wight o la grabaci贸n del 脕lbum Blanco de los Beatles o el festival de Aurovisi贸n de Massiel.

En cuanto al 煤ltimo an帽o de la d茅cada, 1969, como recordar茅is, un acontecimiento brilla con luz propia, aunque se produzca en la Luna, como es el paseo de Armstrong y Aldrin sobre la superficie de nuestro sat茅lite. No quiero terminar esta recorrido sin resaltar que ese mismo a帽o se graba el himno antib茅lico mundial "Dale una Oportunidad a la Paz" compuesto por John Lennon.

En resumen, la d茅cada de los 60 fue la d茅cada de las ideolog铆as; la d茅cada de la rebeli贸n de los j贸venes y de la emancipaci贸n de la mujer en el Primer Mundo; la de la lucha por los derechos de los negros en los Estados Unidos de Am茅rica; la de la independencia de 脕frica; la de la guerrilla de liberaci贸n en Am茅rica Latina; la del tel贸n de acero en Europa del Este; la de la revoluci贸n cultural en la China de Mao; la de la Teolog铆a de la liberaci贸n; la de la p铆ldora anticonceptiva; en fin, fue nuestra 茅poca, la de tantas y tantas personas que la comenzamos jugando al gua, a la garza, a la teja o a las tabas y la terminamos tocando la guitarra y bailando en los guateques.

Despu茅s de tener claro como denominar este cuarto encuentro y como enfocar el discurso, las 煤ltimas cuestiones que me plante茅 fueron, por este orden, si me conven铆a escribirlo o bien improvisarlo y, en cualquier caso, si deb铆a ser breve o extenso. Decid铆 que lo ten铆a que escribir para no dejar nada en el tintero y adem谩s que fuera un discurso breve para no cansar al personal. Y esperando que se archive en el libro de los encuentros, para uso y disfrute de futuras generaciones, o para quien lo requiera, escrib铆 lo siguiente:"

(Hasta aqu铆, el orador hace gala de una extraordinaria memoria, apenas echa un vistazo a sus folios. Pero en este instante hace una pausa, rebusca entre sus papeles mientras comenta a media voz: "Si lo encuentro". Hallado el escrito, lee textualmente lo siguiente:)

"Buenos d铆as y bienvenidos al CUARTO ENCUENTRO DE J脫VENES GORDONESES DE LOS SESENTA, ENCUENTRO DE RECONOCIMIENTO A ANTONIO TROBALO D脥AZ. Doy especialmente la bienvenida a aquellos que acud铆s por primera vez. Espero que este sea para todos el punto de partida de una larga relaci贸n de encuentros anuales. A todos os deseo un feliz d铆a. Muchas gracias por escucharme.
La Pola de Gord贸n, a 23 de agosto de 2008".

Una cerrada ovaci贸n certifica el acierto de las palabras de G谩squez. El moderador toma la palabra:

Gracias, G谩squez, por traer de nuevo hasta nosotros acontecimientos que jalonaron una d茅cada. El list贸n sigue estando alto.

Seguidamente ser谩 M陋 Dolores Guti茅rrez quien, como joven de finales de los sesenta, nos comente qu茅 representaba To帽o para la juventud de su edad.


5.- Palabras de M陋 Dolores Guti茅rrez.



--- Relato dedicado a Antonio Trobajo ---

En las postrimer铆as del invierno de 1953, all谩 por marzo, vine al mundo en el domicilio familiar, en la entonces calle de Fernando Merino 34, en La Pola de Gord贸n. Nac铆 para alegr铆a de mis padres y regocijo de mis hermanos, Mino y Fefi, que cre铆an disponer de un juguete a帽adido a aquellos que los Reyes Magos de la 茅poca hab铆an considerado oportuno concederles. Seg煤n lo contado, fui una ni帽a gordita y feliz. De lo primero, deja constancia una de las fotograf铆as colgadas en la p谩gina Comarca de Gord贸n a prop贸sito de cierta procesi贸n del Corpus Christi por las calles de La Pola, y lo segundo, lo atestigua el hecho de que con la inocencia de los 2 贸 3 a帽os plante茅 a mi querido padre la siguiente cuesti贸n: 鈥Pap谩, 驴qu茅 es aburrirse?鈥 Yo, como es l贸gico, no recordar铆a haber realizado pregunta de tama帽o calado, si no fuera porque esta an茅cdota, como otras similares, fue tantas veces repetida en las m煤ltiples ocasiones que nuestra familia, desperdigada por el Bierzo y por Asturias, se reun铆a (y se re煤ne) para festejar fiestas religiosas, locales o, sencillamente, por el mero hecho de intercambiar opiniones y vivencias de cada cual.

Amparada por esta protecci贸n familiar, la vida de esta gordonesa que os habla se desarrolla en un 谩mbito muy reducido (el ser chica ten铆a entonces su influencia en 茅sta y otras cuestiones) que consist铆a en espacios de ocio pr贸ximos a la vivienda familiar (la acera de casa, la era detr谩s de casa, la plaza del Ayuntamiento y poco m谩s); la asistencia a la escuela de Do帽a Ramoncita y, posteriormente, al Colegio; misa y alguna novena en la iglesia parroquial o en la capilla de la Casa Infantil; el suministro, los domingos, de regaliz y bolas de colores en el puesto del 鈥Cacahuesero鈥 y alg煤n cuento en la tienda de Teodomiro; y, ocasionalmente, alguna pel铆cula en el cine en sesi贸n vespertina. Este era el contexto de la 茅poca, pero este no es el relato que nos trae hoy aqu铆.

El relato que hoy corresponde desgranar empezar铆a diez a帽os antes, en 1943, cuando, en alg煤n domicilio entre Peredilla y Puente de Alba, naci贸 un ni帽o delgado y vivaracho que promet铆a dar muchas alegr铆as y satisfacciones a sus padres. - - ("El relato es interrumpido por el aludido protagonista para aclarar que no hab铆a sido delgado, que, pesado en una romana, dio 5 kilos 200 gramos. Pero claro, este dato no pod铆a conocerlo la oradora.") - -. Ese ni帽o, hijo de ferroviarios, fue bautizado con el nombre de Antonio y desde los dos a帽os de edad residir铆a en La Pola de Gord贸n. Seminarista desde muy jovencito, se dejaba ver por el pueblo (al decir de los que lo recuerdan) montado en una bicicleta que portaba una h茅lice o artilugio similar sobre el manillar, a modo de precoz tuneador del citado medio de transporte. Los que lo vieron dan fe de que as铆 fueron las cosas.

En lo que a m铆 concierne, tengo conciencia plena de conocer a To帽o a prop贸sito de los ensayos de villancicos organizados por D. Indalecio, a la saz贸n cura p谩rroco de La Pola de Gord贸n, en la casa parroquial. Se empe帽aba D. Indalecio en que cant谩semos villancicos a tres voces, contando con un coro de voluntarios empecinados a su vez en que aquella experiencia polif贸nica sonara a m煤ltiples voces, es decir, cada uno la suya. Ya entonces comprob茅 que aquel seminarista, casi desconocido para m铆, contaba con una extraordinaria voz que, junto con la de Soledad Gonz谩lez, sobresal铆an con diferencia sobre casi todas las dem谩s, al menos sobre las de algunos que, como en mi caso, aport谩bamos m谩s entusiasmo que afinaci贸n.

En la primavera de 1966 se organizaron en La Pola una serie de actos para celebrar el 鈥渃antamisa鈥 del nuevo sacerdote D. Antonio Trobajo, cuya ordenaci贸n tendr铆a lugar en junio por el Obispo de Le贸n, Monse帽or Lu铆s Almarcha. Una vez m谩s se organiza un coro m煤ltiple para interpretar, bajo la entregada direcci贸n de D. Tirso, una versi贸n modificada de la c茅lebre 鈥淟as ma帽anitas del rey David鈥 adecuando la letra para la ocasi贸n. La canci贸n dec铆a algo as铆:

鈥淓stas son las ma帽anitas
que cantaba el rey David.
Hoy por ser tu cantamisa
te las cantamos a ti.

Despierta, Antonio, despierta
mira que ya amaneci贸
y en La Pola y Peredilla
la luna ya se ocult贸鈥

Tengo que reconocer que de todo el acontecimiento s贸lo recuerdo con claridad el aumento de las venas del cuello y el enrojecimiento de la cara de D. Tirso cuando correspond铆a entonar los versos que dec铆an: 鈥測 en La Pola y Peredilla la luna ya se ocult贸鈥, subiendo no s茅 cuantas octavas por encima de lo que, cualquier medida instant谩nea de la tensi贸n arterial, podr铆a aconsejar.

Ni que decir tiene que, en lo que sigue, Antonio se convierte en ese amigo de mi hermano Mino, y de los amigos de mi hermano (Eloy Jos茅, Julio, To帽o Mayorga, To帽铆n, Miguel 脕ngel, Juaquinito, etc.) que, ocasionalmente, comparte con ellos el ritual de tomar los vinos despu茅s de la misa de 12 de los domingos. Sobre todo comparte los paseos, las charlas, las inquietudes, las canciones, guitarras, etc. Percibe Antonio la necesidad de aglutinar a aquellos j贸venes de los sesenta con algo m谩s que buenas intenciones y, as铆, lidera un incipiente grupo de teatro que, aprovechando las instalaciones de la Casa Infantil Covadonga, ofreci贸 algunas obras con mayor o menor 茅xito de p煤blico. Entre ellas destaco, en este momento, la titulada 鈥淪uspenso en amor鈥 en la que tuve la oportunidad de conseguir un modesto papel, que supon铆a una intervenci贸n de 4 贸 5 frases. Quiso la fatalidad que, dos d铆as antes del estreno, mi garganta se viese afectada por una terrible afon铆a y, a pesar de que -minutos antes del comienzo de la funci贸n- Candelas la de Eloy me prepar贸 una buena dosis de miel con lim贸n, hubo que tomar decisiones de urgencia y pasarle a To帽铆n Gonz谩lez, participante tambi茅n en la susodicha representaci贸n, 3 de mis escasas frases y, as铆, hube de permanecer en el escenario, en actitud decorativa, para llenar aquella 鈥渟upuesta reuni贸n del consejo escolar鈥. No fui reprendida por mi maltrecha actuaci贸n pero, como no pod铆a ser de otra manera, tampoco fui llamada para ninguna representaci贸n posterior.

A prop贸sito del comentario anterior me viene el recuerdo, con un deje de nostalgia, de aquellas agradables sobremesas que compart铆amos, en casa de Eloy y Candelas, siempre amables y dispuestos a hacernos sitio en aquella mesa de la cocina, amplia por necesidad familiar, donde, entre cantarina y cantarina, Eloy intentaba 鈥渆charse una siesta鈥 antes de incorporarse a la faena que, a buen seguro, le esperaba a continuaci贸n. Otras veces, aquellos amigos de Mino se reun铆an en la salita de nuestra casa para charlar, cantar y tambi茅n 隆claro est谩! para probar aquellas deliciosas rosquillas que con muy buena mano mi madre sol铆a elaborar. Nunca tuve claro si era casualidad o era el olor a rosquillas reci茅n hechas, que trascend铆a hasta la acera de nuestra casa, pero el hecho es que all铆 aparec铆an, botella de an铆s en ristre, los amigos de Mino a pasar la tarde. 鈥Josefa, estas rosquillas est谩n buen铆simas鈥 le regalaba To帽o los o铆dos; y, a posteriori, cualquier otro d铆a 鈥Josefa 驴cu谩ndo hacemos otra vez rosquillas?鈥 Mi madre, encantada de que estuvieran tan cerca, en actitud sana y 鈥渟upuestamente controlada鈥, y sinti茅ndose 煤til, nos enviaba a mi hermana o a m铆 a comprar harina a la panader铆a, con un mandato que dec铆a, m谩s o menos, as铆: 鈥Vete a 鈥渙nde鈥 tu t铆a Rosario (o Sra. Avelina) y trae 2 Kg de harina y 隆qu茅 sea buena!鈥. Y, vuelta a hacer rosquillas. Recuerdo una tarde, en concreto, que la cosa se complic贸 y adem谩s de las mencionadas rosquillas nos hizo chocolate con churros, para que sirviera de merienda-cena. Ante este cambio de planes el cura del Preventorio, presente en aquella reuni贸n, hubo de ausentarse unos minutos para, seg煤n coment贸, 鈥confieso a 2 贸 3 monjas y vuelvo r谩pido鈥, como as铆 fue, porque de sobra es sabido que las monjas pecar, lo que se dice pecar, m谩s bien poco.

Mi padre llevaba bastante bien aquel barullo en su propia casa. Bastaba con decir 鈥tambi茅n est谩 To帽o鈥 para que el asunto alcanzase un inmerecido rango de seriedad. Claro que, por aquel entonces, mis padres no sab铆an que a su hijo Mino empezaban a gustarle, adem谩s de las rosquillas, otras variantes de la reposter铆a del lugar, m谩s en concreto, las 鈥淢agdalenas鈥. O quiz谩s lo sab铆an, pues ya se hab铆a encargado su amigo Julio de darnos una pista a todos los feligreses presentes, cuando ambos rezaban, de forma alterna, las letan铆as de los oficios un s谩bado de Semana Santa y, de pronto, santos y santas vieron alterado el orden secular de sus nombres, y reiteradamente, a modo de disco rayado, Julio volv铆a una y otra vez a nombrar a San Juan, que antecede a Santa Mar铆a Magdalena, con la finalidad de que Mino se viera obligado a repetir, otras tantas veces, ese nombre, ante el regocijo quienes est谩bamos en el asunto, la let谩rgica somnolencia del resto de feligreses, y la mirada entre incr茅dula y estupefacta de D. Indalecio ante el baile organizado en el escalaf贸n del santoral. 隆Y pensar que ambos salieron ilesos de tama帽a osad铆a!

Por alguna raz贸n que intuyo, pero desconozco, esa especie de Pastoral Juvenil, liderada por To帽o, necesit贸 recinto propio y a ello nos pusimos todos, colaborando, en la medida en que en nuestros domicilios se dispon铆a de cierto mobiliario desechable o, al menos, prescindible, a amueblar aquella famosa casa de la plaza que, con la iron铆a propia de los nativos del lugar, pas贸 de llamarse 鈥淟a casa de To帽o鈥 a 鈥淟a casa del co帽o鈥, nombre impropio para un club juvenil, pero que proced铆a del hecho de que todos los viandantes al pasar exclamaban !co帽o, qu茅 casa!

Tengo recuerdos contradictorios de aquella experiencia. Por un lado, recuerdo veladas muy agradables en aquel verano lleno de saludos (algunos ya est谩bamos estudiando por ah铆 fuera), con Julio a la guitarra -siempre adelantado a todos nosotros- cantando a Raimon, Serrat y Joan Baez; tambi茅n recuerdo las revistas, aquellas revistas confeccionadas de forma casera, hoy d铆a desaparecidas o, al menos, extraviadas. En el otro extremo del balanc铆n estaba la competencia, siempre presente, de la discoteca. Yo fui de los pen煤ltimos en abandonar el barco, as铆 que no estuve presente cuando, un privilegiado y escaso pu帽ado de amigos, que supieron valorar m谩s y mejor aquel recinto, certificaron y celebraron su cierre definitivo.

Pero, sigamos con el relato.

Mis amores con el concejo de Gord贸n han sido siempre relativos y cambiantes, no obstante, he sido fiel a algunas tradiciones como, por ejemplo, cenar en casa de Jacoba en Geras, o en casa de Mar铆a en Los Barrios, por citar s贸lo dos ejemplos de la riqueza gastron贸mica del lugar y, siempre que pude, procur茅 estar presente en las fiestas del Buen Suceso y, de vez en cuando, en las del Cristo de La Pola; pero donde, que yo recuerde, s贸lo fui una vez en mi vida, fue al pueblo de Paradilla, en una excursi贸n organizada por To帽o en aquellos a帽os 60 que hoy nos ocupan. Ya no recuerdo el cansancio de aquella empinada cuesta, que dir铆a V铆ctor Manuel, pero si recuerdo la aparente amabilidad con que nos recibieron los escasos vecinos del lugar -o tal parec铆a- hasta que llegamos a la conclusi贸n de que lo que hac铆an era estar m谩s pendientes de sus 谩rboles frutales que de nuestra integridad f铆sica.

Y de nuevo las vacaciones de Navidad. Otra vez los villancicos, a veces tres misas en el domingo (dos en la parroquia y una en el preventorio) y m谩s guitarras, y m谩s panderetas.

Mayo del 68 me pill贸 con 15 a帽os reci茅n cumplidos, quiz谩 por eso no soy consciente de aquella importante experiencia donde, por primera vez, los se帽oritos hac铆an la revoluci贸n, y me pas贸 totalmente desapercibida. No as铆 a los que ya ten铆an unos a帽os m谩s. No s茅 si por estas u otras razones pero lo cierto es que To帽o segu铆a pendiente de sus polluelos gordoneses en el inicio de la d茅cada de los 70. Fuera a trav茅s de la correspondencia, o en alguna que otra reuni贸n en aquel viejo barrio de Pumar铆n en Oviedo, segu铆amos en contacto. Pero algunos polluelos quer铆an probar sus propias alas y empezar a volar solos. Lo cierto es que nos toc贸 vivir una 茅poca convulsa en lo pol铆tico y en lo religioso. Eran los tiempos del famoso Juicio de Burgos, de la Plata-Junta, de los m铆tines, de las carreras delante de los grises, de la teolog铆a de la liberaci贸n, de las crisis de fe, de los curas que ya no eran curas. Un mundo cambiante y con una libertad estereotipada se abr铆a ante nosotros. Y una nueva di谩spora se superpone a la anterior. Ya no se trata solamente de que los j贸venes gordoneses de los 60 desarrollen sus vidas -profesionales y familiares- en lugares distintos y, en ocasiones, alejados de nuestro querido Gord贸n. Ahora piensan distinto, militan en o simpatizan con diferentes partidos pol铆ticos, refuerzan o aparcan la fe cat贸lica heredada de sus mayores y, no obstante, sienten ese nexo de uni贸n por su tierra donde la presencia activa de To帽o fue determinante.

En mi caso particular y, a buen seguro que en el de muchos m谩s, To帽o siempre estuvo dispuesto cuando lo necesit茅. Y as铆, aunque la relaci贸n ya no era tan fluida como en 茅pocas pasadas, no dud贸 en aceptar el ofrecimiento para que oficiara en mi boda. 隆Eso s铆! lleg贸 tarde y, por ello, mi ceremonia de casamiento empez贸 con una frase 煤nica e inolvidable, en lugar del tan conocido 鈥淣os hemos reunido aqu铆 para celebrar 鈥.鈥. En su lugar lo primero que dijo To帽o fue 鈥Sin que sirva de precedente, es la primera vez que los novios llegan a la iglesia antes que el cura鈥. Debo decir, en su descargo, que su intenci贸n era otra y, dado que la boda se celebraba un domingo, al finalizar la misa de 12, 茅l atisbaba desde la ventana del domicilio de su hermana Lala para 鈥渧er pasar a la gente que sal铆a de la misa mayor鈥. No cont贸 con dos factores que, de forma sin茅rgica, contribuyeron a su retraso. Por un lado la extremada puntualidad de los novios y, por otra parte, la costumbre -extendida en pueblos y ciudades- de esperar a 鈥渧er llegar a la novia鈥. Salvado el incidente la ceremonia transcurri贸 con absoluta normalidad.

Estos hechos suced铆an en 1978 y a partir de entonces, mi relaci贸n con Antonio Trobajo es ocasional: alg煤n encuentro fortuito por las fiestas del Buen Suceso o por la Catedral de Le贸n, pero, una vez m谩s, en episodios dolorosos de mi vida, y tambi茅n en la de mis hermanos, contamos con su presencia.

Estoy segura que todos los que hoy escuch谩is este relato tendr茅is vuestros propios recuerdos para construir otros similares o, quiz谩, m谩s enriquecedores. 脡ste es el m铆o y no he querido completarlo, salvo en lo estrictamente necesario, con los recuerdos de otros.

Confieso, To帽o, que siempre que la ocasi贸n lo hizo propicio presum铆 de contar con tu amistad y lo hice, y lo hago, porque creo que es para todos nosotros un privilegio seguir siendo tus amigos.

Muchas gracias.

La ovaci贸n se repite tras la intervenci贸n de M陋 Dolores. El moderador toma de nuevo la palabra:

Gracias, Loly, por refrescar nuestra memoria con esas vivencias y an茅cdotas tan sentidas.

A continuaci贸n, Agust铆n Qui帽ones, cronista oficial del ayuntamiento, adem谩s de joven gordon茅s de los 60, nos comentar谩 lo que representaba To帽o, para los j贸venes de principios de la d茅cada.


6.- Palabras de Agust铆n Qui帽ones.



Muy buenos d铆as a todos:

Se me ha encargado el deciros algo sobre D. Antonio Trobajo a quien merecidamente quer茅is hoy rendir un cari帽oso homenaje.

Ser铆a un desprop贸sito por mi parte, y adem谩s no es mi intenci贸n, hacer una exhaustiva rese帽a de los m茅ritos acad茅micos y profesionales y de los importantes cargos, obras y trabajos, por lo dem谩s de todos conocidos, de alguien a quien todos conocemos y, estoy seguro, que tambi茅n queremos.

Pero a m铆 me parece m谩s importante destacar sus valores humanos y, entre los muchos que tiene, su natural sencillez que, como solemos decir los de pueblo, ha hecho que nunca se le suban los cargos a la cabeza, y su profundo sentido de la amistad.

De esa amistad verdadera que no se marchita ni con el paso de los a帽os ni con la distancia.

De ello puedo dar fe desde hace m谩s de cincuenta a帽os: los transcurridos desde que compart铆amos los coscorrones de D. Manuel.

Juntos asistimos a muchos "ingredere in templum Dei" y tambi茅n a muchos "in paradisum deducant te angeli". Es decir, dimos la bienvenida a quienes llegaban y despedimos a quienes paulatina pero inexorablemente nos iban dejando.

A帽os m谩s tarde, junto con otros amigos comunes, sent铆 un inmenso gozo y tambi茅n una gran emoci贸n, por qu茅 no decirlo, al asistir a su ordenaci贸n sacerdotal en Le贸n y a su primera misa en esta su parroquia.

Parafraseando al poeta, como ya hice en otra especial ocasi贸n, hemos caminado desde entonces en la vida por caminos distintos. Pero caminos que nosotros mismos hemos hecho al andar y ahora, que inexorablemente nos va tocando ya volver la vista atr谩s, vemos las sendas que cada uno trazamos y que nunca volveremos a pisar. Don Antonio puede y debe estar orgulloso de la que 茅l hasta ahora ha trazado y esperamos y deseamos siga prolongando mucho m谩s.

Me he permitido recordar aquellos tiempos de una feliz infancia y una no menos feliz juventud porque, aunque no volvamos a pisar las sendas ya marcadas por el camino recorrido, siempre permanecer谩n en nuestro recuerdo las vivencias que nos llevaron a trazarlas.

Dec铆a antes que lo que m谩s admiro en D. Antonio son sus valores humanos y es por eso que, dado el car谩cter de este entra帽able homenaje y reconocimiento que los "j贸venes de los 60" le rinden, quiero incidir m谩s en lo humano que en lo divino, sin desde帽ar, claro est谩, lo segundo porque, qu茅 duda cabe, ha ejercido gran influencia en lo primero a lo largo de toda su vida.

Entre esos valores destaca su sencillez.

Me admira que D. Antonio haya tratado y siga tratando a todos desde al altura de sus cargos como lo hac铆a en los ya lejanos tiempos cuando era aquel sencillo y humilde cura de Tejerina.

Una actitud que en los tiempos que corren no suele ser muy habitual.

Hac铆a tambi茅n, al comienzo de mi intervenci贸n, alusi贸n al profundo sentido que de la amistad tiene D. Antonio.

Personalmente, creo tener el privilegio de gozar de esa amistad.

Una amistad que permanece latente en las largas ausencias pero que revive en toda su plenitud en los, por desgracia para m铆, pocos y breves encuentros.

Y ... no creo necesario alargarme m谩s.

Solo que ahora, se acab贸 el hablar del Ilmo. Sr. Vicario y me dirijo a mi amigo:

To帽o, voy a confesarte una cosa.

He intentado muchas veces verte como alguien muy importante que deber铆a imponerme respeto por sus cargos.

Tienes que perdonarme pero no lo he conseguido nunca.

Te sigo viendo hoy como ayer:

Como un buen amigo y mejor persona que muy por encima de ese respeto, que tambi茅n lo hay, me sigue transmitiendo el mismo afecto y cari帽o que siempre me transmiti贸.

Estos chavales (es un decir), saben lo que hacen.

Tienes merecido este homenaje que es m谩s de lo que se puede entender por tal, yo creo que es una prueba indiscutible del gran afecto que te profesan. Ni que decir tiene que yo, con todos ellos, lo comparto.

To帽o: Gracias por todo lo que hasta ahora nos has dado y por lo que espero que nos vas a seguir dando. Gracias.

La Pola de Gord贸n, 23 de agosto de 2008.

Una nueva ovaci贸n acoge las palabras de Agust铆n Qui帽ones. Y, nuevamente, el moderador toma la palabra:

Gracias, Agust铆n, por desvelarnos la relaci贸n con nuestro homenajeado durante los a帽os escolares y poner de relieve los valores humanos de To帽o.

Como se帽al茅 al principio, no contamos con la presencia f铆sica de Julio en este evento. Sin embargo, ha querido dejer constancia de su inter茅s por el mismo, a trav茅s de un escrito que lee su hermana Soledad.


7.- Texto le铆do por Soledad Gonz谩lez.



Amigas y amigos:

Los hados, o tal vez como reza nuestro refr谩n de que el hombre propone y Dios dispone, han querido que no pueda estar hoy presente entre vosotros, compartiendo esta jornada entra帽able en la que tenemos el orgullo de hacer un espacio de reconocimiento a Antonio Trobajo D铆az, nuestro amigo To帽o, por todo cuanto estoy seguro ir茅is desgranando en vuestras intervenciones que viene del coraz贸n y se la memoria, la buena memoria y el mejor coraz贸n que anida sentimientos agradecidos por tanto compartir, saber dar y siempre saber estar. Amigo y joven gordon茅s Antonio Trobajo, To帽o, recibe mi abrazo y con 茅l mi humilde reconocimiento que viene de lejos y que ir谩, estoy seguro, muy lejos en los a帽os venideros que nos quedan por compartir.

Sed bienvenidos quienes por primera vez acud铆s a esta cita veraniega y recibid el abrazo renovado quienes volv茅is a encontraros este a帽o de nuevo. Todos, juntos, tendr茅is ocasi贸n de pasar un d铆a en el que la franca camarader铆a traer谩 recuerdos y an茅cdotas que har谩n feliz este IV Encuentro. Espero que vuestra generosidad permita que quienes no hemos podido estar presentes, podamos conocer y disfrutar de vuestra experiencia a trav茅s de vuestros testimonios en el Libro de Firmas o en las p谩ginas del foro Comarca de Gord贸n.

Y no robo m谩s tiempo del que os deb茅is en esta jornada memorable. Con mi reconocido agradecimiento.

Salud.

Julio.

Tras la correspondiente ovaci贸n, el moderador dice:

Otro de los ausentes, en este caso debido a un compromiso ineludible, es Florencio, quien, igualmente a trav茅s de un escrito, lamenta y justifica su ausencia. Lo lee Antonio Gonz谩lez.


8.- Texto le铆do por Antonio Gonz谩lez.



Queridos amigos:

Dos palabras, si me permit铆s. Esta vez, por compromiso vacacional impostergable, no podr茅 acudir, como desear铆a, a esa reuni贸n de amigos, unidos por lazos de sincero afecto, que, por cuarta vez, hasta la fecha, hoy os reun铆s en sede del espl茅ndido escenario que es la villa de La Pola, confraternizando en torno a la rica amistad antigua que os envuelve, y a un programa de actuaciones en el que, entre m谩s cosas, ocupa un lugar preferente el merecido reconocimiento y homenaje a nuestro paisano don Antonio Trobajo, distinguido gordon茅s de fecunda actividad, a quien, in absentia, y con mi admiraci贸n y afecto de siempre, quiero desearle lo mejor, con un fuerte abrazo, testimonio de la profunda estimaci贸n que tengo por su persona y su obra. 隆Feliz d铆a, don Antonio!

R茅stame a帽adir, que he pedido un favor a nuestra com煤n amiga Soledad Gonz谩lez, que amablemente me lo ha concedido y se lo agradezco, por virtud del cual, y en mi ausencia precitada, tendr谩 la bondad de poner a vuestra disposici贸n, ejemplares de mi reciente libro recopilatorio de los poemas que, bajo el heter贸nimo de Villar铆n he venido ofreciendo en el Rinc贸n Literario del Foro Comarca de Gord贸n, y ello, como regalo m铆o a todos vosotros, si me lo acept谩is, y con el deseo de que alg煤n verso, acaso alg煤n poema, os guste.

Muchas gracias y, desde la mayor simpat铆a, un afectuoso saludo a todos.

Florencio Gut茅rrez Pe帽a.

Una nueva ovaci贸n acoge las palabras de Florencio, transmitidas a trav茅s de la voz de To帽o Gonz谩lez. Y una vez m谩s, el moderador da continuidad al acto:

Gracias, Soledad y To帽o. Vaya, para Julio y Florencio, nuestro deseo de una feliz estancia, tanto en las islas afortunadas como en Alemania, y una normal reintegraci贸n a las labores cotidianas tras estas, sin duda, merecidas vacaciones.

A continuaci贸n, toda una sorpresa: una muestra del bien hacer de To帽o Gonz谩lez a la hora de hacer acopio de material y de Jos茅 Luis del Castillo a la hora de realizar el montaje de este v铆deo:


9.- V铆deo dedicado a Antonio Trobajo.

Aunque exista un enlace propio, creo conveniente traer aqu铆 en v铆deo como inmejorable ilustraci贸n de esta parte del encuentro.


ver con alta calidad

驴Qu茅 comentar al respecto? Acertada selecci贸n de im谩genes, textos y fondos sonoros, buena sincronizaci贸n y ajustado tempo. S贸lo una peque帽a pega: la ausencia de la firma del autor. Excelente aporte, prejub.

Como dije, toda una sorpresa, creo que tambi茅n para el propio To帽o.

A continuaci贸n, Juan Jos茅 Garc铆a Zald铆var, concejal Delegado de Cultura y Deportes del ayuntamiento, nos hablar谩 de las realizaciones y proyectos de futuro relativos a nuestro municipio.


10.- Palabras de Juan Jos茅 Garc铆a Zald铆var.



(Pues nos faltan dichas palabras. En su lugar, disponemos del esquema sobre el que "edific贸" su discurso. As铆 que, guiados 茅ste, intentaremos transmitir lo dicho por aqu茅l.)

Respecto a cultura, nos habl贸 del proyecto de edici贸n de libros y gu铆as que den a conocer el patrimonio cultural del municipio.

Nos coment贸 asimismo que, para el curso que se inicia, los colegios de la zona dispondr谩n de secciones biling眉es, un paso adelante en una educaci贸n de calidad.

Tambi茅n nos record贸 la celebraci贸n del cincuentenario del colegio de las monjas de Santa Luc铆a, donde buena parte de las j贸venes gordonesas de los 60 cursaron estudios.

Nos habl贸 de la remodelaci贸n del propio edificio que alberga la biblioteca municipal, en el que se precisa acometer reformas en iluminaci贸n y en el tejado.

Entre otros proyectos, nos coment贸 la intenci贸n de crear una zona wifi de acceso libre a internet en el entorno de la plaza, la construcci贸n de un centro de salud y un centro de servicios sociales mejor dotados, as铆 como de la creaci贸n de un museo de acuarelas.

En relaci贸n a los j贸venes gordoneses de los a帽os 60, nos pidi贸 que no perdi茅semos la amabilidad, y subray贸 la importancia de la celebraci贸n de este tipo de eventos y otros similares en el mantenimiento de la hermandad entre los gordoneses.

De Antonio Trobajo, To帽o, destac贸 sus virtudes humanas, sencillez y camarader铆a. Manifest贸 que era un buen sacerdote y que, en su opini贸n, la Iglesia se estaba perdiendo un buen obispo.


Ovaci贸n y momento de obsequios. Juanjo nos entreg贸 un ejemplar del reci茅n editado libro "Gordoneses". A To帽o le hizo entrega de un cuadro con el escudo de Gord贸n. Por parte de los j贸venes, Soledad le hizo entrega, asimismo, de un recuerdo en forma de reloj de sobremesa.



Y, una vez m谩s, el moderador intervino:

Gracias, Juanjo, por informarnos de primera mano sobre cuestiones que, para quienes residimos en lugares alejados del municipio, resultan novedosas y de indudable inter茅s por su trascendencia.


Por 煤ltimo, toma la palabra nuestro homenajeado, Antonio Trobajo, To帽o.

11.- S脥NTESIS DE LA INTERVENCI脫N DE ANTONIO TROBAJO AL FINAL DEL IV ENCUENTRO DE J脫VENES GORDONESES (23-VIII-2008)



- Bien saben los organizadores que mi primera actitud, al conocer el intento, fue la de rechazo. Me parec铆a que era desvirtuar el sentido de los Encuentros, que ya ten铆an suficiente entidad e identidad por s铆 mismos como para no necesitar a帽adiduras. Son un d铆a de encuentro, de renovar amistades y de revivir recuerdos. Y basta. Todav铆a esta misma ma帽ana, al celebrar la Misa, en la que estuvisteis presentes todos, me asaltaron las 煤ltimas dudas al encontrarme con el texto evang茅lico en que Jesucristo nos aconseja a sus disc铆pulos que no llamemos a nadie ni padre, ni jefe, ni maestro. Pero... aqu铆 estoy, aceptando este 鈥渞econocimiento鈥 (鈥渧olver a conocernos鈥), que no homenaje. Esta aceptaci贸n la asumo teniendo en cuenta aquello que dej贸 escrito San Francisco de Sales, un encantador personaje de la religi贸n y de la cultura de los siglos XVI y XVII: 鈥淣o buscar nada; no rechazar nada鈥.

- Por otra parte, entiendo que este reconocimiento, m谩s que a una persona, es a un estilo (y no me atrevo a decir talante, por lo que pod茅is imaginar). Al fin y al cabo, creo que no hice en aquellos a帽os m谩s que lo que cre铆 deb铆a hacer, inducido, es verdad, por unos principios o convencimientos, que forman parte de mis criterios y de mi condici贸n de sacerdote. Principios de solidaridad con todo lo humano; de libertad y de responsabilidad; de no discriminaci贸n por ning煤n cap铆tulo (en tiempos en que abundaban las acepciones o rechazos de personas por m煤ltiples motivos); y de ganas de vivir, es decir, de aferrarse a la vida con entusiasmo y esperanza. Todo ello vivido en unos tiempos fascinantes, que han sido magn铆ficamente descritos por Antonio G谩squez y que por algo se han llamado 鈥渄茅cada prodigiosa鈥.

- Siento:

* Haber cortado la intensidad de los contactos a partir de 1973, por raz贸n del traslado de mis padres a la capital, y m谩s a煤n desde 1985 en que responsabilidades fuertes me obligaron a estar en otros menesteres.
* No haber echado una mano a alguien que, en un momento determinado, me lo pidi贸, en nombre de lo que yo entend铆a entonces deb铆a de ser 鈥減ol铆ticamente correcto鈥. Nunca me arrepentir茅 suficientemente de este pecado. Que lo fue y tiene nombres y apellidos y, por supuesto, no he olvidado, como una verg眉enza personal que me acompa帽ar谩 siempre.
* No haber estado m谩s cerca de todos, especialmente en los momentos de dolor, en concreto con ocasi贸n de la p茅rdida de vuestros seres queridos.
* No haber acertado a transmitir suficientemente y de forma eficaz una forma de ver la vida y de darle sentido, uniendo lo viejo y lo nuevo.

- Y como uno es como las zorras, que pueden perder el rabo pero no las ma帽as, permitidme que termine con unos consejos, a los que somos muy dados los 鈥渃uras鈥. Os pido:

* Que manteng谩is y transmit谩is las ra铆ces, rompiendo las esclavitudes de la moda, de lo placentero, de lo insolidario, de lo miope. Ser como un 谩rbol a帽oso, que hunde sus ra铆ces muy profundas en el pasado, pero que se eleva y emite su sombra y su vitalidad sobre mucha superficie de alrededor.
* Que cultiv茅is la amistad, m谩s all谩 de los l铆mites que pueden marcar el origen, el empadronamiento, la formaci贸n, la ideolog铆a o las creencias.
* Que, sin dejar de ser 鈥渏贸venes gordoneses de los 60鈥, os sint谩is y se谩is -como alguien ya he pedido en el encuentro de hoy- 鈥渃iudadanos del mundo鈥 y contribuy谩is, desde esa condici贸n, a hacer un mundo mejor y m谩s feliz.

- No me queda m谩s que dar las gracias a todos los que hab茅is colaborado en este reconocimiento absolutamente inmerecido. Gracias de coraz贸n. (Y enumer茅 uno por uno a todos los que hab铆an intervenido en el encuentro, con la excepci贸n, por un lapsus de memoria, de la referencia al Concejal de Cultura, Juan Jos茅 Garc铆a Zald铆var. Ese vac铆o lo subsan茅 inmediatamente despu茅s de terminado el acto, pidi茅ndole personalmente disculpas al interesado).


Una cerrada y prolongada ovaci贸n subraya las anteriores palabras. El moderador cierra esta parte del evento:

Gracias, To帽o, por tus palabras; por hacer realidad, con tu presencia, este reconocimiento y, c贸mo no, por tu amistad.

S贸lo me resta agradecer la presencia de cuantos hab茅is considerado oportuno asistir a esta parte del IV Encuentro, el desinteresado trabajo de los organizadores del mismo, y el soporte que en internet nos brinda Alfredo a trav茅s de la web y el foro de la comarca de Gord贸n.

Ahora se proceder谩 a firmar en el libro de firmas de los encuentros y al reparto de recuerdos.

Muchas gracias.


12.- Continuaci贸n de una jornada memorable.

Tras breve par茅ntesis me dispongo a concluir la Memoria del IV Encuentro. Dud茅 en c贸mo titular este apartado: si con el t铆tulo que antecede o con un quijotesco "Donde se narran los singulares 芦fechos禄 que tuvieron lugar tras el acto cultural, tales como el acto de signar en el Libro de firmas, el sentimental reparto de recuerdos, el bullicioso aperitivo, el subsiguiente 芦yantar a chirla come禄, as铆 como otros momentos simpar que en esta jornada acontecieron". Sujet茅 mi cervantino atrevimiento y opt茅 por el camino m谩s corto pues, si bien la extensi贸n del otro sintetizaba mejor el contenido, exist铆a el riesgo de que, carente de ideas el narrador, el continente superase al contenido. As铆 que, obviada la dificultad inicial, procedo a narrar, tal como los recuerdo y entremezclados con impresiones personales, los hechos.



Finalizada la parte m谩s seria del acto, los saludos de y entre quienes se hab铆an incorporado al evento una vez iniciado, se mezclaron con la firma, acompa帽ada en algunos casos con frases que reflejan el esp铆ritu y sentimiento del momento, de quienes quisieron dejar constancia de su presencia, y con la recogida de los recuerdos -pa帽uelo, libro, CD- de este IV Encuentro.

Lentamente, los participantes fueron abandonando el sal贸n de actos para congregarse de nuevo en torno a las mesas instaladas a tal efecto en la plaza. Mesas surtidas con las ya tradicionales empanadas que, acompadas de vino, sidra y cerveza, contribuyeron a preparar los est贸magos para el pr贸ximo yantar a la vez que a aumentar el bullicio y la jovialidad de los concurrentes, despertando la curiosidad y el inter茅s de ocasionales paseantes y asiduos clientes de la hora del vermut que ocupaban las mesas de la terraza del bar La Plaza, ante tan inusitada reuni贸n. Pudo la curiosidad con algunos, que se acercaron hasta nosotros interes谩ndose por el motivo de la misma, a quienes, a la vez que se satisfac铆a su curiosidad se invitaba a participar del aperitivo.



Momentos para departir con los amigos, interesarse por su vida y andanzas, recordar an茅cdotas de los a帽os de juventud, ... Momentos para inmortalizar a trav茅s de la c谩mara fotogr谩fica de Alfredo, siempre dispuesto a registrar para la posteridad estos momentos para el recuerdo.

As铆, hasta la hora de desplazarse hacia el restaurante del camping donde, sin apenas pausa desde la llegada, pasamos al comedor dispuestos a hacer los honores al men煤 elegido con acierto para certificar el encuentro. Como viene siendo tradicional desde el primer encuentro, la reina de la comida es, sin duda, y me atrevo a traer unos versos del poeta Baltasar del Alc谩zar (por no copiar los de Yosco)

"La morcilla, gran se帽ora
digna de veneraci贸n.
隆Qu茅 oronda viene y qu茅 bella!
!Qu茅 trav茅s y enjundia tiene隆
Par茅ceme, In茅s, que viene
para que demos en ella.
"



Que fue exactamente lo que ocurri贸. La morcilla pas贸 del plato a nuestros est贸magos e id茅ntico camino siguieron el resto de viandas, pues, a mi modesto entender, "lo que el men煤 ha unido, que no lo separe el comensal". Y, para redondear el placer del momento, la conversaci贸n amena y distendida con los vecinos de mesa, en mi caso, Fefi, Loly, Cande, Fini, Blanca, Piedad, M陋 Jos茅, Nardo y Gonz谩lez. 驴Qu茅 m谩s se puede pedir?



Pues eso, la m煤sica y canciones de la sobremesa que tampoco faltaron. Las guitarras de G谩squez y Fali acompa帽aron a sus voces, a las de To帽o y Sole, y a las de cuantos, con mayor o menor afinaci贸n, pero con la mejor de las intenciones pusieron todo su entusiasmo en prolongar la reuni贸n, ameniz谩ndola con un repertorio de lo m谩s variado. Para culminar de nuevo con



La foto del grupo, que supone la r煤brica o broche de oro a este IV Encuentro de j贸venes gordoneses de los a帽os sesenta.

Con el declinar de la tarde se acerc贸 el momento de las despedidas. Sent铆 personalmente y cre铆 percibir en otros una cierta resistencia subconsciente al momento de separarnos. A煤n en la seguridad del encuentro del a帽o pr贸ximo, del mayor o menor contacto a trav茅s del tel茅fono, el foro, el messenger u otros medios, cuesta alejarse de los amigos. Por ello, nunca hay un adi贸s; se recurre a un "hasta la pr贸xima" en la seguridad de que habr谩 un reencuentro.



Mientras hac铆a el camino de regreso a Asturias, acariciado por los 煤ltimos rayos del sol, me reafirmaba en mi convencimiento: al igual que en los a帽os anteriores en que asist铆, mereci贸 la pena.

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